A Borja Oubiña (Vigo, 1982) le duele tanto la derrota encajada ante el Rayo como la fractura en un dedo del pie que sufrió en ese partido.

El capitán, Borja Oubiña (Vigo, 1982), es tan optimista como realista. Avisa de los errores del año pasado y confía en no repetirlos para poder disfrutar de la Primera División.

El compromiso y la unión del vestuario son las razones a las que se aferra Borja Oubiña (Vigo, 1982) para creer en la permanencia. Reconoce, no obstante, que el equipo está 'mal' y debe mejorar en todos los aspectos para sacar adelante los decisivos encuentros ante el Mallorca y el Zaragoza.

Herrera celebra su recuperación y explica que es un motivo para creer en el ascenso

El Celta podrá contar con su capitán Borja Oubiña para el derbi del domingo en Riazor (20:00, C+1).

Paco Herrera comunicó a Borja Oubiña y a Fabián Orellana el pasado domingo, nada más acabar el partido ante el Almería, que serían titulares en el encuentro de hoy ante el Valladolid.

Dos años dan para mucho. Vivencias, experiencias, éxitos y fracasos que cambian a la persona y, en este caso, también al futbolista. Hace casi dos años, el 21 de marzo de 2009, Borja Oubiña disputó su último partido oficial lejos de Balaídos. Una semana más tarde, en casa contra el Albacete, se despidió por un largo periodo de tiempo de los terrenos de juego.

Volver a ver a Borja Oubiña sobre un terreno de juego siempre es agradable y si lo hace a un buen nivel y durante noventa minutos, la satisfacción es doble.El Celta disputó ayer un encuentro de preparación ante el equipo chino Beijing Guoan, un rival correoso y no exento de calidad, que sirvió para que los menos habituales, varios jugadores del filial y, sobre todo, Oubiña tuvieran minutos.

Paco Herrera, Miguel Torrecilla, Carlos Mouriño e incluso sus propios compañeros han repetido constantemente que Borja Oubiña será el mejor fichaje del mercado invernal. Pues bien, ese fichaje ya ha llegado. El vigués recibió ayer el alta médica definitiva y su nombre ya ha aparecido en la primera convocatoria. Eso sí, lo hace de un modo testimonial, ya que completa una lista de 20 jugadores y Herrera aclaró ayer que el centrocampista todavía no tiene el ritmo necesario para competir. Hoy no jugará, pero es probable que la próxima jornada o la siguiente tenga sus primeros minutos. Borja Oubiña vuelve a sentirse futbolista 40 meses después de que una lesión de rodilla a punto estuviese de truncar su carrera.

El céltico y ex internacional español Borja Oubina asegura que Vicente del Bosque ‘apostó en este campeonato por un sistema de juego diferente a la Eurocopa y la fase de clasificación’, y en este nuevo planteamiento ‘no se apuesta tanto por el control del juego y sí por garantizar el sistema defensivo con dos mediocentros defensivos’.

El Celta anunció ayer la renovación de su capitán, Borja Oubiña, hasta el 30 de junio de 2013. El internacional, cuya relación contractual con el club vigués terminaba en 2011, destacó ayer su satisfacción y aseguró que su recuperación ‘marcha por buen camino’. La ampliación del contrato de Oubiña llega en un momento decisivo en la trayectoria profesional del canterano celeste.

El martes pasó por el quirófano para que le fuera implantado el ligamento cruzado anterior de su maltrecha rodilla izquierda. No se pone plazos, pero espera volver a jugar en 2011. Que así sea.

Borja Oubiña cumplió ayer una nueva etapa en una larga y pesarosa recuperación que dura ya dos años y medio. El canterano fue sometido ayer en Barcelona a una nueva operación en la que se le implantó el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda que le fue retirado en octubre.

Sufrió la misma lesión en la rodilla izquierda y tuvo que padecer sus mismas penalidades, incluida una segunda operación a cargo del doctor Cugat. Berges confía en que la historia de Oubiña tenga final feliz.

Los doctores constataron ayer lo que ya se temían: el ligamento cruzado de la rodilla izquierda de Oubiña estaba dañado y ha de ser reemplazado. Los doctores Ramón Cugat y Juan José García Cota le retiraron el ligamento en esta intervención y tendrá que pasar de nuevo por el quirófano dentro de tres meses para colocarle uno nuevo.

Muchos dicen de Borja Oubiña (Vigo, 1982) que puede convertirse en el mejor fichaje del Celta de cara a esta temporada. Él, no obstante, prefiere tomarse las cosas con calma. Todavía siente molestias y no quiere ponerse un plazo de recuperación. El vigués, a pesar de que las lesiones no le dan tregua, será un hombre importante en este nuevo Celta. Es el emblema del equipo y un sostén fundamental para los canteranos. En resumen, un ejemplo a seguir para los más jóvenes.

El dolor continúa y, por lo tanto, Borja Oubiña sigue trabajando al margen del grupo. Sin que se atisbe su regreso, sin signos que inviten al optimismo. Y el jugador no mira más allá del hoy y ahora. ‘Pienso en el día a día. Nunca hice planteamientos a largo plazo cuando estaba bien y ahora tampoco los hago’, aseguró ayer el céltico.

’Se incumplen expectativas propias y el jugador lo pasa mal. Cree que puede hacerlo, pero no lo ve plasmado’. Así explica Juancho Armental, ex psicólogo celeste, la situación que vive actualmente Borja Oubiña, cuatro meses después de su reaparición tras su grave lesión de rodilla. La receta está muy clara: ’El único camino es que juegue siempre’.

El canterano entró en la lista de 19 convocados que ayer ofreció Pepe Murcia para medirse a la Real Sociedad. Su presencia en la misma no garantiza que juegue e incluso podría ser el descarte a realizar. Oubiña se reincorporó a los entrenamientos con el grupo hace una semana, pero no se esperaba por aquel entonces que su recuperación fuera tan rápida.

Borja Oubiña (Vigo, 1982) ha pasado un calvario este último año. El lunes se cumplirán 365 días de su grave lesión en su rodilla izquierda, que se produjo en su debut en la Premier. Desde aquella fatídica fecha han pasado muchas cosas. Ha vuelto al Celta, el club de toda su vida y ahora vive inmerso en un proceso de recuperación que parece no tener fin. Prefiere no hablar de plazos mientras vive con impaciencia los días que le restan para regresar a los terrenos de juego.