Borja cada día es más Oubiña
El vigués jugó los 90 minutos del amistoso ante el Guoan y ofreció buenas sensaciones
Volver a ver a Borja Oubiña sobre un terreno de juego siempre es agradable y si lo hace a un buen nivel y durante noventa minutos, la satisfacción es doble.El Celta disputó ayer un encuentro de preparación ante el equipo chino Beijing Guoan, un rival correoso y no exento de calidad, que sirvió para que los menos habituales, varios jugadores del filial y, sobre todo, Oubiña tuvieran minutos.
Las conclusiones de este encuentro son casi plenamente satisfactorias. Y decimos casi porque Papadopoulos tampoco consiguió marcar. El griego está gafado, prueba de ello es que en el minuto ocho de partido envió el balón a las nubes cuando se encontraba completamente solo delante de la portería y con el meta ya batido. Incomprensible. Veinte minutos después, volvió a fallar otra ocasión clara, aunque no tan clamorosa.
Al margen del desacierto de Papadopoulos, el Celta completó un buen partido en la primera mitad. Oubiña mandaba en el centro del campo. Bajaba hasta la altura de los centrales para recibir y distribuía con mucho criterio. Casi como el Borja de antaño. Cuando lograba conectar con un inmenso Jota, el Celta creaba peligro. Precisamente gracias a una internada del canterano, llegó el primer gol. Se fue de tres rivales y envió el esférico a la banda izquierda, donde apareció Víctor Fernández para batir al portero rival. El empate llegó casi de inmediato gracias a un certero lanzamiento de libre directo de Xhang Xi Zhe.
Iago Aspas fue el protagonista tras el descanso. Herrera varió el equipo casi al completo y el moañés, que no había jugado en la primera parte, fue el líder. Precisamente, gracias a una falta botada por él llegó el gol de Gaffour.
En esta segunda mitad, el Celta tuvo menos el balón y Oubiña perdió protagonismo. No obstante, el vigués aguantó durante los 90 minutos.
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