'Borja Oubiña daba la sensación de que era un jugador perdido'

¿Le sorprende el nivel que está mostrando Oubiña en los últimos partidos?

Ahora ya no. Los dos o tres primeros partidos fue como decir, que siga, que continúe, que no pierda esto. Ahora ya lo damos por normal. Él se está expresando en todos los partidos de igual manera. Para el Celta es una gran noticia porque con los jugadores que van creciendo todos tenemos la ilusión de que lo sigan haciendo, pero él daba la sensación de ser un futbolista perdido después de prácticamente dos años y medio sin jugar al fútbol. Es muy difícil volver y eso tiene un mérito tremendo. Es una garantía absoluta para nuestro equipo y es una de las cosas que a mí me hacen pensar y decir que tenemos posibilidades de ascenso. Necesitábamos un jugador como él.

El equipo parece que ya ha encontrado una idea de juego a la que aferrarse. ¿También tiene usted en su cabeza un once tipo definido?

Empezamos a tenerlo. En la segunda vuelta va a ser todavía más claro y yo ya lo tengo definido ahora. Hasta ahora, he tenido que ir alternando porque la plantilla me lo permitía. Espero que en adelante, que ya no jugaremos partidos de Copa entre semana, tengamos un once que se repita y que casi se pueda decir de memoria.

Esto crea un problema. Va a haber jugadores que tendrán menos oportunidades.

Seguramente, pero ahora estamos en ese momento, en el de conformar ese once. Cuando llegue el final de temporada, tendremos otra vez un momento difícil en cuanto a partidos y todos van a participar. Vamos a intentar que todo el mundo esté enchufado a pesar de que yo diga que me gustaría repetir un once.

De todos los rivales contra los que se ha enfrentado el Celta en lo que llevamos de temporada, ¿cuál ha sido el que más le ha gustado?

El que más me gusta es el Valladolid, aunque con eso no digo que sea el más difícil. Es el equipo que presenta un proyecto más parecido al nuestro en cuanto a fútbol y juego. Y como a mí me gusta mi equipo, también me gustan los rivales que se parecen a nosotros. Después, los más difíciles, por otro tipo de cuestiones, son el Hércules, el Almería o el Elche.

¿Qué opinión le merece el rendimiento de los fichajes?

Han venido jugadores distintos a los que se fueron, como Michu, un futbolista con unas características individuales muy buenas, Falcón o Trashorras, que también las tienen. Todos los que han llegado este verano al Celta, a excepción de Orellana, que se parece un poco más a los que se han ido, son jugadores de equipo que nos han venido muy bien. Hacen que el Celta tenga otro aire que le haga ser más difícil, más competitivo, más rocoso. Eso sí, tenemos un lunar que son las jugadas a balón parado.

'En Vigo me siento como en casa y por eso renové dos años'

Al margen del fútbol, ¿con qué disfruta usted?

Soy unas persona muy familiar. Tengo cuatro hijas y una mujer a las que paso mucho tiempo sin ver. Cuando voy a mi casa, a mi ciudad, paso el mayor tiempo posible con ellas. Me gusta ir comer fuera con ellas y hacer comidas especiales en casa. Además, siempre me permito un par de comidas con mis peñas, que son mis amigos, todos ex jugadores del Badajoz. También me gusta leer y siempre guardo un par de horas cada día para preparar el trabajo futuro y otra horita para andar.

¿Es fácil adaptarse a Vigo?

Vigo es muy familiar y, en algunas cosas, se parece mucho a la ciudad donde yo vivo (Badajoz). Es una ciudad muy bonita y sus alrededores también lo son. Me siento muy cómodo paseando por ella. En todos los sitios en los que he estado, a final de temporada siempre me han propuesto renovar. La mitad de las veces, por mi manera de ser, he dicho que no porque me apetecían otras aventuras. En el único sitio que tome la decisión de renovar dos años ha sido en Vigo. Me siento como en mi casa. Espero que dentro de este proyecto consiga lo que no me atrevía a decir el año pasado: el ascenso que todos ansiamos.

¿Ser entrenador fue un paso lógico en su carrera?

Creo que lo llevaba dentro. Siempre fui, por mi manera de ser y de comportarme en el campo, el capitán en casi todos los equipos por los que pasé. Además, lo era elegido por mayoría por mi carácter de hacer grupo, de empujar, de animar, de ser muy positivo y de entender mucho los vestuarios. En algún equipo también era la mano derecha del entrenador, era el encargado de pasar las órdenes. Todo eso me hacía pensar que mi futuro estaba en el fútbol. Y una de mis frases dice que la mejor forma de estar en el fútbol es como jugador y, después, como entrenador. n