BORJA OUBIÑA MELÉNDEZ. Capitán del Celta

Primeros días de pretemporada y de nuevo se habla de ilusión. ¿Diferente a la de otros años?

Siempre se empieza con las mismas ganas de hacer una temporada bonita. Al final, a veces el trabajo no tiene recompensa pero al principio siempre tienes ideas ilusionantes.

¿Se puede aprovechar la inercia del final de la temporada pasada?

Lo que hay que mantener, a través del esfuerzo y de la dedicación, es ese ambiente, esa comunión entre el jugador y el club con el aficionado. Ese sentimiento que hay ahora dentro de la ciudad y de Galicia.

¿El segundo año tras el ascenso será algo más sencillo?

No. Es igual de difícil. El fútbol es muy complicado y hay que sufrir mucho para conseguir los objetivos. Lo que sí queremos es que, aunque la meta sea otra vez salvarnos, el camino resulte mucho más cómodo. Intentar disfrutar un poco más de la Primera. En la primera vuelta del año pasado lo hicimos, pero luego nos confundimos, dejamos de competir y tuvimos problemas.

Siempre habla de lo importante que es empezar bien la liga.

Siempre es bueno porque las diferencias entre que un equipo esté arriba y otro abajo son pequeños detalles y cuestiones de confianza.

En ese sentido, ¿le gusta el calendario?

No lo analizo demasiado. Siempre te fijas cuándo juegas contra el Deportivo y no hay Deportivo, o sea que... El resto es lo que es.

¿Y el hecho de recoger a los rivales del Real Madrid?

No es lo ideal, pero es lo que hay.

¿Hay que buscarle el lado positivo?

El año pasado, lo de recoger a los rivales del Barça era dentro de una secuencia dura y los equipos venían supernecesitados de sumar. Este año no sucede. En cualquier caso, hay que dejar de lado esas cuestiones y centrarnos en el trabajo y ojalá todo esto se vea recompensado en los resultados. Que nos den confianza y nos permitan hacer una temporada un poco más tranquila.

Estos primeros días de pretemporada, aparte de lo físico, ¿sirven para intuir algo?

Sí, pero depende de los entrenadores. Estamos haciendo un trabajo genérico pero vas leyendo ideas de lo que quiere el míster. Con este nuevo cuerpo técnico, sí que vamos viendo conceptos de lo que quieren.

¿Y qué quieren?

Iremos viéndolo, pero un poco lo que dijo el míster el día de la presentación: atacar bien e intentar defender bien también.

Se habla mucho del estilo de Luis Enrique, ¿cómo lo definiría usted?

Eso lo hablamos más adelante. Esta semana es genérica, falta gente todavía... Tengo la sensación de que intentaremos atacar bien y defender bien. Suena sencillo (sonríe).

¿Hace más fácil el arranque mantener la base del equipo?

Sí. Muchas veces es muy importante el grupo. Teníamos uno muy bueno el año pasado y fue una de las claves de seguir insistiendo hasta el final, además de la afición. Lo ideal es que los que vienen sean buenos compañeros y lo son. Por lo tanto, creo que tenemos un grupo bueno para el entrenador, entrenable, con buena actitud.

Faltan fichajes pero los que ya hay parece que han generado ilusión.

Se fueron jugadores queridos para nosotros pero vienen otros con la misma ilusión para intentar ayudarnos. También chavales de la cantera que nos ayudarán durante la temporada. Identificar al club con el equipo siempre es bueno.

Se ha ido gente como Roberto Lago o Iago Aspas. ¿Cree que se les podría valorar más ahora?

Nosotros no. Son jugadores muy importantes, su trayectoria está ahí. Para mí y para nosotros es un subidón ver gente de aquí que esté creciendo en otros clubes. Ojalá cada año tengamos jugadores que los sigan clubes importantes y que tengan más recorrido en sus carreras que el Celta.

¿La sombra de Iago en el ataque será alargada?

Es el grupo el que tiene que gestionar esas cuestiones. En la segunda vuelta, cuando el equipo bajó, centrábamos todo en el trabajo individual y muchas veces dependíamos de lo que hiciese Iago. Pensábamos que estaba peor y era problema del equipo. Aquí, como no tenemos Messis, dependemos de que el colectivo funcione bien.

La dura temporada pasada, ¿fue casi perfecta en lo personal?

Fue casi dura (sonríe). Fue dura, durísima. Cada uno vive de lo que vive y yo vivo del colectivo. Cuando está bien, me encuentro bien y cuando no lo está, sufro mucho. Para mí fue una temporada difícil que acabó bien. Contento de haber estado disponible la mayor parte del tiempo y nada más. Jugar más depende del entrenador. Intenté aportar y me hubiese gustado que las cosas hubiesen ido un poco mejor. Esperemos que este año salgan.

Su objetivo a nivel de participación será repetir es alta presencia.

No, no es ése mi objetivo. Mi objetivo es estar disponible el mayor tiempo posible, estar lo mejor posible y aportar. Y que el equipo vaya bien. Hacer todo lo posible, jugando o no jugando, para que el equipo esté mejor que el año pasado. Por mucho que juegues, si las cosas no funcionan, no estás cumpliendo con tus obligaciones.

Los juveniles ya aprietan.

Hay que tener paciencia, saber que hay gente que tiene más madurez que otra a ciertas edades, que hay jugadores que ahora pueden competir mejor que otros. Sabiendo, que al principio tienen que acompañar y no asumir responsabilidades. Pero saber que que el esfuerzo y dedicación del entrenador o del jugador de la base tiene recompensa se agradece. Se ha marcado una línea e, inevitablemente, se irá incorporando gente.