Los atracadores del banco de Gran Vía llevaban bridas pero no llegaron a usarlas

La oficina asaltada incorporó ayer un vigilante de seguridad privada.
photo_camera La oficina asaltada incorporó ayer un vigilante de seguridad privada.
La sucursal reabrió ayer sus puertas con  seguridad privada. La Policía desvincula este robo con el de 2021

Los tres atracadores que el jueves pasado asaltaron una oficina de Caixabank en Gran Vía llevaban bridas que finalmente no usaron. Los asaltantes iban preparados para retener a los miembros del personal de la oficina, pero bastó con apuntarles con armas de fuego para que la amenaza fuera lo suficientemente seria como para conseguir su objetivo: el dinero de la caja. 

 

 

De forma rápida, unos 15 minutos de la apertura retardada de la caja fuerte, los atracadores  saquearon la sucursal en víspera de festivo y huyeron a la carrera.  Se llevaron 300.000 euros.

La oficina reabrió ayer sus puertas, una vez pasó el puente festivo, pero lo hizo con el refuerzo de personal de seguridad privada y con el cajero, durante la mañana, solo operativo para ingresos.

La Policía continúa con la investigación sin que hasta el momento se haya podido identificar a los autores, que accedieron al banco con la cara cubierta. Según fuentes policiales, de momento este asalto se desvincula con el ocurrido el mismo día en una sucursal de idéntico banco, en la avenida de Camelias, en 2021 y que sigue por esclarecer.  Al tratarse de un botín muy elevado, el propio dinero podría dar una pista.

El relato de los testigos apuntaría en el caso de Gran Vía a tres individuos que escaparon en dirección a la carretera provincial, donde se sospecha que podría haber un vehículo esperando. La descripción señalaría a que se trata de ciudadanos españoles, uno de ellos al menos más alto y corpulento y otro más bajito y de complexión fuerte.

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