ALEJANDRO GÓMEZ ADIÓS A UNA LEYENDA

Un portento capaz de batir récords en su primera maratón

Alejandro Gómez se proclamó campeón de España de cross en 1989 en Baiona.
photo_camera Alejandro Gómez se proclamó campeón de España de cross en 1989 en Baiona.
Fue 31 veces con la selección y levantó nueve títulos nacionales 
Nunca le preocupó en exceso a Alejandro Gómez la superficie sobre la que había que correr. Concretamente, no le preocupó nada. El vigués ha sido el fondista español más polifacético, logrando grandes hitos tanto en pista como en asfalto o campo a través. Su erguida figura sobre una zancada limpia se dejó ver por España, Europa y el mundo.
Ya sobresalió desde muy joven. De hecho, aún mantiene las mejores marcas españolas en 2.000, 5.000 y 3.000 júnior, de 10.000 promesa y de 5.000 juvenil. Pero en absoluto se quemó, sino que su carrera se extendió durante dos décadas. Fue 36 veces internacional absoluto y tiene el récord español de presencias en un Mundial de cross, con 17, 15 de ellos absolutos.
Fue nueve veces campeón de España de la categoría sénior, cinco de los 10.000 metros (1989, 1991, 1993, 1995 y 1996), dos de medio maratón (1992 y 2033) y dos de campo a través (1989 en Baiona y 1995). Además, sumó otros siete títulos promesas y uno juvenil.
A nivel internacional, sus mayores logros se dieron sin duda en el cross, con puestos que hoy en día se antojan imposibles, como su plata en el Europeo de 1995 en Anlwick o la sexta plaza en el Mundial de Stavanger en 1989 –o, incluso, el noveno de 2001–.
Sus mejores marcas personales hablan de un fondista de época: 13:20.91 en 5.000 metros (1989); 27:39.38 en 10.000 (1993); 1h01.20 en la media maratón (1992); y 2h07.54 en la maratón (1997). Estos dos últimos tiempos fueron, en su día, récords de España de las distancias en cuestión. A la ruta fue a la que dedicó sus últimos años como atleta de manera especial. Salió a correr 11 maratones entre 1997 y 2004, cruzando la línea de meta en nueve de ellos. Pero nunca fue capaz de mejorar el rendimiento de aquel primero en Rotterdam, cuando se convirtió en el mejor debutante español de toda la historia.
Gestas como ésa hablan de un atleta predestinado a correr más que nadie. Un físico portentoso que supo trabajar para conseguir logros al alcance de muy pocos. En Galicia, de ninguno.n

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