Luis Vilar compartió una década al lado de Alejandro Gómez en diferentes banquillos de Vigo y el área metropolitana. El entrenador firmaba con el exatleta un tándem técnico en el que el 'Galgo de Zamáns' se centraba en la preparación física, aunque "realmente éramos un dúo en todos los sentidos. Y él era muy competitivo, nunca le gustaba perder, bajo ninguna circunstancia". En este aspecto, Vilar relata que "en muchas ocasiones, cuando ya veías que estabas contra un rival superior porque movía bien el balón, me giraba al banquillo y le decía 'Alejandro, hoy el contrario nos va a pasar por encima'. Y el no estaba nada cómodo, se callaba, como diciendo: 'ni hablar'. No se acobardaba nunca y es algo que me ha quedado".
El propio técnico relata que, "sin darte cuenta, estuvimos diez años juntos. Empezamos porque jugábamos a fútbol en una pachanga por la noche, me ofrecieron un equipo y allí fuimos. Y siguió conmigo, a pesar de que tuvo otras propuestas, pero no quiso cambiar. Fuimos cogiendo lo que nadie quería hasta que en Sárdoma nos ofrecieron entrenar al equipo femenino de niñas que, en aquel momento, era el único que había y jugaban contra niños". A partir de ahí, las jugadoras siguieron al tándem en Matamá y en la UD Mos. "Hacíamos un poco el juego de que yo era el malo y él el bueno. El grupo de jugadoras siguió con nosotros y, la verdad, es que tenía una relación muy buena con ellas. Lo querían mucho, mucho. Fue una relación muy bonita".
El propio técnico relata que, "sin darte cuenta, estuvimos diez años juntos. Empezamos porque jugábamos a fútbol en una pachanga por la noche, me ofrecieron un equipo y allí fuimos. Y siguió conmigo, a pesar de que tuvo otras propuestas, pero no quiso cambiar. Fuimos cogiendo lo que nadie quería hasta que en Sárdoma nos ofrecieron entrenar al equipo femenino de niñas que, en aquel momento, era el único que había y jugaban contra niños". A partir de ahí, las jugadoras siguieron al tándem en Matamá y en la UD Mos. "Hacíamos un poco el juego de que yo era el malo y él el bueno. El grupo de jugadoras siguió con nosotros y, la verdad, es que tenía una relación muy buena con ellas. Lo querían mucho, mucho. Fue una relación muy bonita".
