Prueba de idea alternativa de Rafa Benítez

Franco Cervi volvió a ejercer como lateral izquierdo, un rol que apunta a mantener durante toda la temporada a las órdenes de Rafa Benítez.
photo_camera Franco Cervi volvió a ejercer como lateral izquierdo, un rol que apunta a mantener durante toda la temporada a las órdenes de Rafa Benítez.
Aspas cerca del área es más Aspas porque también crea pero, además, añade capacidad rematadora

Rafa Benítez ha dejado claro con hechos y con palabras que su modelo de juego va a ser reactivo, con bloques medios y transiciones verticales.  El técnico madrileño buscará dominar los partidos más a través de los espacios que de la pelota. Sin embargo, el fútbol no siempre permite usar el plan A. Ayer fue un ejemplo. Contra un equipo de Segunda Federación como el Compostela -tres categorías por debajo-, al Celta no le quedó más remedio que ser propositivo. 

Circulación a mejorar

En fútbol, es más sencillo armar un sistema que destruya que uno que construya. Seguramente por ese motivo, Benítez ha priorizado confeccionar un bloque sólido, sin fisuras, que encaje poco y, a partir de ahí, ir progresando en lo ofensivo. Por eso, ante un Compostela netamente inferior, el Celta tuvo que manejar la posesión. Y dentro de los matices propios de la pretemporada y el rival, la pelota no circuló a una velocidad demasiado alta. De hecho, los futbolistas visitantes progresaban más a partir de la conducción que del pase.  En un escenario de fuego real en Primera División, es importante mejorar en este aspecto. Seguro que lo hará.

Aspas mejora cerca del área

Parece claro que Iago Aspas va a tener que adaptarse este año a un papel más de creador o acelerador que de definidor. A 50 metros de la portería y con 36 años, no apunta el morracense a estar tan cerca del remate como habitualmente. Por eso, en un partido como el de ayer, en el que su equipo vive más en campo rival, se pudo ver al mejor Aspas. Al de siempre. Así, en un servicio delicioso de Bamba, estrenó su cuenta goleadora. Sus desmarques y sus intervenciones fueron una amenaza. Además, demostró que puede descolgarse a participar en la elaboración exactamente igual. Una versión esperanzadora.

Bamba es muy bueno

Apenas van un puñado de partidos amistosos que, probablemente, se diluyan en el olvido en cuanto comience la Liga, pero Jonathan Bamba ha demostrado en cuatro ratitos que es futbolista. Su entendimiento del juego es superlativo y a partir de ahí siempre toma la mejor opción para el equipo. Con balón es fino, se asocia bien y puede ser decisivo, como en la asistencia a Aspas. Sin él, repliega con firmeza, ocupa los espacios necesarios y es una ayuda defensiva constante. Fichajazo.

Amago de 1-4-2-3-1

Los cambios tras el descanso dejaron a De la Torre acompañando a Larsen en punta. Ya sea por indicación técnica o, simplemente, por la naturaleza del futbolista americano, el sacrosanto 1-4-4-2 que Benítez usó toda la temporada pareció mutar a un 2-3-1. El jugador californiano se descolgaba para juntarse con el centro del campo igual o más que Aspas. Sin embargo, no se estiraba para presionar ni atacaba la última línea en las transiciones. Aun así, apareció a la perfección en boca de gol para marcar. Su incursión por el carril central se acabó con la entrada de Gabri Veiga.

Explosión Miguel Rodríguez

Los días en el filial le vinieron bien a Miguel Rodríguez. Y es que, con su renovación bien encaminada, el futbolista redondelano volvió por todo lo alto al primer equipo. Visiblemente motivado, no dejó de pedir la pelota en la banda derecha y de generar desequilibrios. Bien es cierto que delante tenía a Sálamo, de tan solo 16 años. Pero el canterano céltico hizo su trabajo y lo hizo a la perfección. Una y otra vez desbordó. Por fuera, para servir el gol a De la Torre. Y por dentro, para acabar con disparos o nuevos recortes. Incluso en un pase a Gabri, al que le negaron el gol bajo los palos.  Una vez quede zanjada su extensión de contrato, parece claro que  cuando vuelva al filial, será de visita.

Te puede interesar