“En los próximos meses vamos a ver anuncios de empresas que se instalan en nuestro territorio; Vigo tiene atractivo”, señala
Se cumplen tres años desde que David Regades (Vigo, 1973) se puso al frente del Consorcio de la Zona Franca de Vigo, una etapa marcada por el desbloqueo de la Plisan después de 20 años, la pandemia y la “revolución que va a vivir Vigo”, dice el delegado acerca de la transformación de Zona Franca para acercarla a la sociedad con una nueva sede en el centro de la ciudad, el World Car Center o la reforma de la Panificadora, entre otros proyectos.
¿Qué proyectos se han consolidado en este tiempo?
Uno de los primeros objetivos era que ninguna empresa pudiera decir en el área de Vigo que se iba de este territorio porque no tenía espacio. Entonces generamos suelo industrial, las ampliaciones que estamos haciendo en el polígono de Balaídos y del PTL de Valladares, en A Garrida-A Pasaxe a la vez que los nuevos polígonos como la ampliación del de Porriño y del de Tui. Eso significa más de 2 millones de metros cuadrados.
¿No cree que se eternizan las ampliaciones?
Sí, es cierto que el urbanismo en España tiene unos procesos muy tediosos y todas las administraciones tenemos que hacer una reflexión para agilizarlos. Muchas veces los procesos con la Xunta se eternizan, fruto de ello es que la Plisan se inició hace 20 años y fueron estos tres últimos conmigo al frente de Zona Franca cuando se dio ese impulso tan necesario. En el PTL ya estamos en el proceso de compras, más de la mitad de los terrenos se han comprado por mutuo acuerdo y con casi la totalidad de las viviendas que están instaladas en este espacio ya llegamos a un acuerdo.
¿Hay empresas interesadas en instalarse en Vigo?
En medio de esta pandemia fuimos capaces de desbloquear la Plisan y que Albo y Beta Implants pudieran empezar sus proyectos para instarlarse. También llegó Dangel a Bouzas que es la primera empresa de componentes de automoción que se instala en el área viguesa en los últimos siete años. Vigo sigue siendo un atractivo muy importante y en la actualidad muchas empresas de carácter internacional están preguntando por los espacios de Zona Franca. En los próximos meses vamos a ver nuevos anuncios de compañías que se instalan.
Trasladarán la sede a Areal este año. ¿Qué uso se le van a dar a las instalaciones de Bouzas?
La parte de la sala de exposiciones fue adjudicada a una empresa de exportaciones y este verano vamos a sacar a licitación las dos plantas de este edificio para ubicar al mundo de la empresa. Nos trasladaremos a final de año a Areal que es donde empezó Zona Franca en aquella nave de piedra donde se construían las primeras furgonetas 2CV de Citroën. En esa nueva sede toda la planta baja va a estar dedicada a la ciudad para reuniones, eventos y espectáculos con un auditorio.
Zona Franca no es sólo Vigo, sino su área. Prueba de ello está en Porto do Molle, el parque más nuevo y casi al completo.
Sí. El polígono de Porto do Molle en Nigrán está casi completo en su parte industrial, queda sólo una parcela disponible. Zona Franca tiene vocación de trabajo en todo el noroeste peninsular y como agencia de desarrollo económico nos centramos en el área de Vigo. Tenemos un gran potencial y hay empresas que en un periodo de un año van a estar generando mucho empleo en una parte del interior de la provincia que es muy importante para dinamizar por la cercanía con Portugal. Creemos que la Eurorregión juega un papel muy importante y Vigo como capital para las comunicaciones y para la economía.
¿No ve una amenaza el norte de Portugal por el suelo industrial que ofrece?
Lo vería una amenaza si no tuviéramos suelo industrial. Lo que veo es una oportunidad, somos economías complementarias.
La Universidad finalmente no se va a instalar en López Mora. ¿Decepcionado?
Compramos el edificio de López Mora para crear un centro de negocios y volvemos a esa idea inicial. Va a tener una pata muy importante con el sector TIC y en uno de los edificios vamos a poner el primer laboratorio cuántico de España, un laboratorio de fotónica que va a ser el primer paso para traer la fábrica de microchips a la ciudad.
¿Cuándo será realidad la fábrica de microchips?
Para el laboratorio ya está constituida una asociación público-privada con empresas del sector y la Universidad de Vigo y el primer socio público es la Zona Franca. Paralelamente estamos teniendo contactos con empresas de microchips a nivel mundial y estamos teniendo una recepción positiva.
Otro proyecto que lidera Zona Franca es la fábrica de baterías eléctricas. ¿Le ve posibilidades reales?
Todas las MDI (manifestaciones de interés) que presentamos las veníamos desarrollando antes de los fondos europeos. Creo que los proyectos que nazcan para cubrir los Next Generation van a estar abocados al fracaso, tienen que ser maduros que tengan un bagaje industrial y de solvencia técnica y de esa forma tendrán éxito. Quisimos demostrar que en Vigo el sector tiene una necesidad de una fábrica de baterías y fuimos capaces de ponerlo en la agenda al más alto nivel. El proyecto tiene todos los apoyos institucionales para salir adelante, tiene garantizados los fondos europeos, cuenta con el apoyo del Gobierno de España y de Europa. Hecha esa autopista tenemos que conseguir que una de las empresas que está fabricando baterías en el mundo quiera ubicarse aquí.
¿Aspiran a que Stellantis entre en el proyecto? Porque resulta extraño que no esté siendo la empresa tractora de la automoción en Galicia.
Todas las empresas del automóvil vinculadas a Galicia manifestaron su apoyo e interés, algunas bajo confidencialidad que hay que respetar y otras lo hicieron público. Me siento apoyado por el 99% del ecosistema de la automoción de Galicia.
¿Cuándo será una realidad el World Car Center?
Esperamos que se redacte el proyecto este año y a principios del próximo sacar la licitación para empezar la obra. Son 14.000 metros cuadrados para el sector de la automoción. Habrá un laboratorio en la planta baja en el que las empresas de componentes puedan usar para probar sus prototipos.
¿Y la Panificadora?
Se firmará el convenio este verano, la parte pública la desarrollará el Concello y la parte de economía social Zona Franca. Va a ser una referencia de la arquitectura industrial histórica de la ciudad, viajaremos en el tiempo a los años 50 del siglo pasado.
