Los héroes de la villa olímpica

Teresa Portela, Rodrigo Germade y Rodrigo Corrales recibieron el cariño de Cangas en un acto sin  Iván Villar

Un minuto. Dos. Tres. Así hasta que el presentador se decidió a hablar. Porque si  no lo hubiera hecho, la sensación es que Cangas seguiría aplaudiendo ahora a sus deportistas olímpicos. Un aplauso rotundo y sincero. Un cariño en línea directa para Teresa Portela, Rodrigo Germade y Rodrigo Corrales e indirecta para Iván Villar, que recibió el eco en Leganés.  Un calor humano incluso superior al meteorológico.

Y eso que el sol caía a plomo en la explanada trasera al  Concello de Cangas. No importó.  Rezumaba mucho más orgullo por los poros que sudor. Y agradecimiento. De los homenajeantes, por poner al pueblo por delante de varios países en el medallero. De los homenajeados, por recibir toneladas de cariño de sus vecinos. “O primeiro de todo é dar as grazas”, expresó Corrales, bronce en balonmano, cuando cogió el micrófono.  Un deseo sentido y compartido por los dos palistas -y sus respectivas platas- que le acompañaban en el escenario habilitado para la ocasión. 

Los reconocimientos no dejaron de sucederse en la hora larga que duró el homenaje.  Reparto de obsequios, fotos en un precioso mural conmemorativo, risas y anécdotas. Y un vídeo de Iván Villar, para que los cuatro olímpicos de Cangas, todos ellos medallistas, estuvieran presentes. “Dame moitísima pena non poder estar aí, pero quería darvos as grazas polo apoio. Fíxome moita ilusión a pancarta colgada na estrada de Aldán xunto a Teresa Portela”,  comentó el portero, plata en Tokio con la selección española de fútbol. 

Y, sobre todo, aplausos. Muchos aplausos. Más de un cangués tendrá las palmas enrojecidas todavía hoy. Las ovaciones se sucedían tras cada intervención. Y no de forma protocolaria. No había ni rastro de obligación en esos abrazos sonoros. Solo pura devoción. Todo ese popurrí de sentimientos se hizo carne al terminar. Al ver que los más atrevidos se subían al escenario, más y más personas se fueron animando hasta convertir el estrado en una sucesión de abrazos y fotografías. “É un orgullo ser referente para os pequenos”, decía Portela entre foto y foto. Antes, la alcaldesa, Victoria Portas, tiró de las 10 medallas canguesas para reclamar el título de ‘vila olímpica’.  Tres de sus héroes estaban allí. Y como tal, fueron reconocidos.

Medallas de cariño en un podio diferente

Rodrigo Corrales, micro en mano, departe sobre el escenario con Teresa Portela y su tocayo Germade.

“Qué alegría ver estas caras”, expresaba Teresa Portela desde lo alto del escenario. Ella, que tantos podios ha probado en su extensa carrera, se subía a uno distinto. Muy especial. “No hay mejor recompensa que sentir el cariño de todo el pueblo”, expresaba la palista de Aldán, ya a ras de suelo.  “Un recibimiento increíble. Como siempre”, destacaba Portela.

“Esto es una maravilla”, comentaba Rodrigo Germade, señalando a la explanada llena. “He visto gente que hacía mucho tiempo que no veía”, se congratulaba el palista, que describía como “una pasada” el recibimiento de sus vecinos. “Estas medallas son para ellos”, remató.

Una línea mantenida por Rodrigo Corrales. “Estou contento de estar co noso pobo e ver a alegría que xera na sociedade”, expresó el portero del Veszprem, que se siente “un privilexiado” por estar con “estes grandes deportistas”  en el acto. “Unha mágoa que non puidera vir Iván”, expresó antes de valorar la importancia de la base: “O importante é que o pobo dea ferramentas para que podamos seguir soñando con chegar ó máis alto”.

Te puede interesar
Más en Tokio 2020