Desirée Vila: “Me faltó tiempo, pero en París 2024 el objetivo es la medalla”

Desirée Vila, en el estadio olímpico que albergó los Juegos de Tokio.
photo_camera Desirée Vila, en el estadio olímpico que albergó los Juegos de Tokio.

Desirée Vila (Gondomar, 1998) llegó ayer a casa tras una largo regreso desde Tokio que incluyó paradas en Madrid, el pasado jueves, donde los deportistas olímpicos y paralímpicos fueron recibidos por el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, y en Santiago, donde Alberto Núñez Feijóo recibió a los paralímpicos gallegos. La gondomareña se muestra satisfecha con su debut en los Juegos -logró diploma en longitud- y se marca la medalla como objetivo en París 2024.

¿Qué balance hace estos Juegos Paralímpicos?

Ha sido una pasada, una experiencia increíble. El hecho de estar allí ya fue un sueño cumplido y, luego, poder competir en ese estadio, aunque estuviese vacío, fue una locura. En la longitud iba bastante confiada porque es mi prueba e iba con una marca bastante buena con la que aspirábamos a ser cuartos. Sabíamos que la medalla estaba lejos, porque para eso tenía que fallar alguna de las buenas y en longitud es muy difícil que falle alguien porque tienes al menos tres intentos. Entonces, íbamos a por ese cuarto puesto y tuvimos el día un poco complicado, con lluvia, que la verdad es que yo lo agradecí un poco porque estaba haciendo mucho calor los primeros días en Tokio, con muchísima humedad, y fue muy complicado. Empecé bien, confiada, y no pude conseguir marca personal pero me fui contenta por ser mis primeros Juegos y con la dificultad añadida de la pandemia.

También corrió los 100 metros.

Sí. Realmente no es mi prueba y no tenía la marca para ir, pero como me clasifiqué para longitud me llevaron también. Entonces, el objetivo era hacer marca personal e intentar pasar a la final. Esto último no se pudo, pero cuando terminé fue un alivio, porque ya se hacía duro estar allí durante tanto tiempo y de lo único que tenías ganas era de terminar y volver a casa.

 
Era su primera experiencia paralímpica y consiguió un diploma, ¿se ve con mucho margen de mejora?

Sí. Ahora el objetivo para París 2024 es la medalla, eso está claro. Creo que me ha faltado tiempo para pulir detalles porque, evidentemente, las rivales que me han ganado se ve que entran más rápido en tabla, que tienen una técnica mucho mejor, y esas son cosas que se pueden entrenar, que se pueden mejorar. Lo que está claro es que haber ido a unos Juegos te da esa experiencia para en los siguientes no ir tan nerviosa o ir con más confianza. Es diferente. Por eso el objetivo en París es conseguir medalla.

Era su primera experiencia en unos Juegos Paralímpicos y además un poco extraña por la ausencia de público, ¿cómo vivió esa situación?

No fue tan raro porque llevábamos todo el año compitiendo sin público. Veníamos del Europeo, que también fue con el estadio vacío, todas las clasificaciones también habían sido sin público y entonces ya más o menos estabas acostumbrada. Sí que es verdad que al ver el estadio e imaginártelo lleno de gente se te ponían los pelos de punta. Igual por una parte te quitabas un poco de presión, porque no se sentía la magnitud de estar en unos Juegos, pero al mismo tiempo llega ese momento tan importante de tu vida y te habría gustado que estuviera allí por lo menos tu gente. Pero luego llegué a la villa olímpica, empecé a ver todos los vídeos de mi familia apoyándome desde Gondomar con la pantalla gigante que pusieron y, sinceramente, te sientes igual de afortunada. Aunque no se haya podido hacer como en otras ocasiones, se adaptó muy bien porque ya sabíamos que iba a ser así y estabas mentalmente preparada.

¿De Tokio pudo ver algo?

No. Teníamos prohibido salir de la villa, excepto para ir al estadio, y todos los traslados estaban supervisados por voluntarios de la organización.

¿Resultó duro estar casi como confinados en la villa durante todo ese tiempo?

En Tokio no fue tan agobiante porque la villa olímpica es muy grande y tenías un montón de cosas para hacer, sitios que visitar, mil actividades… Pero lo que sí se me hizo duro fue la previa, las dos semanas de concentración antes de viajar a Tokio. Estuvimos en Sant Cugat y ahí sí que estábamos encerrados completamente, porque estábamos en un recinto que es grande, pero limitado, y no había muchas cosas que hacer.

¿De la delegación española, qué deportista le sorprendió o le deslumbró más?

Yo compartía habitación con Adi (Iglesias), que fue medalla de oro y, como ya la conozco, no esperaba menos de ella; sabía que estaba para subir al podio. Pero también podía pasar de todo y creo que mostró una gran madurez mental, porque ella tenía ya experiencia internacional, pero nunca al nivel de unos Juegos. Sobre todo, me sorprendió la fortaleza mental que demostró en Tokio porque, aunque fuera la favorita, hay que estar ahí, hay que correrlo y hay que ganarlo. 

¿Y a quién destaca del resto de los países?

En mi categoría hay una chica que se llama Ambra Sabatini, que es la que quedó primera en 100 metros, y empezó a competir hace muy poco. Es verdad que ella ya era velocista antes de sufrir una amputación en una pierna, y que además fue una amputación favorable, porque es desde la articulación de rodilla, pero es que lleva dos años en el mundo paralímpico y ha ganado con récord del mundo. Creo que fue una sorpresa para todos.

¿Se hacen amistades en los Juegos?

Sí, sí. Y eso que en estos quizás fue más complicado por el covid, porque había delegaciones que no dejaban a sus deportistas contactar con nadie. Yo soy muy sociable y como sé idiomas pude hablar con mucha gente de otros países. Además, como se intercambian pins y camisetas, al final sí que te da tiempo a hacer amistades.

Hay otros dos deportistas de Vigo para los que Tokio ha sido muy especial, Susana Rodríguez Gacio, oro en triatlón, y Chano Rodríguez, que participó con 64 años y llegó a finales, ¿qué opinas de ellos?

Susana es una crack. Ha competido en dos deportes, ha ganado una medalla de oro, quedó finalista en atletismo, que no es su prueba, y encima nos ha representado a todos muy bien porque era la veterana y estaba allí también para guiarnos a los más primerizos. Demostró la calidad que tiene y lo profesional que es. Y Chano, yo creo que sólo el hecho de haberse clasificado ya es un orgullo.

Supongo que ahora se tomará unas vacaciones, ¿qué proyectos tiene para más adelante?

Ahora acabo de llegar a mi casa en Gondomar y estaré unos días aquí con la familia. Luego me iré de vacaciones y a la vuelta retomaré los entrenamientos de forma progresiva porque tenemos el Mundial en septiembre del año que viene y el objetivo es estar allí y empezar a preparar el ciclo hasta París.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, confirmó el jueves una inversión de mil millones de euros, ¿qué le parece?

Todo apoyo al deporte es fundamental y este año, que los paralímpicos hemos conseguido más medallas que nunca en la historia, se ha demostrado que si se nos ayuda, podemos conseguir los objetivos.

¿En qué cree que es necesario invertir?

En mi caso, en las prótesis. Para los paralímpicos, sobre todo para los que tenemos una discapacidad física, el material es extremadamente caro. La prótesis que yo utilizo me cuesta veinte mil euros y si no tienes un patrocinador privado es prácticamente imposible que puedas adquirir la prótesis que te permite ser competitivo.

En ese sentido, ¿los paralímpicos tienen el mismo reconocimiento que los olímpicos?

Todavía no es exactamente igual, pero en estos Juegos he sentido mucho la repercusión, el apoyo. He sentido que nos han tratado muy bien, como merecíamos, cuando hemos conseguido los éxitos. Eso se agradece, porque los olímpicos y los paralímpicos trabajamos exactamente igual y el reconocimiento debe ser el mismo.

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