Poner límite a los pagos online, una necesidad en los juegos actuales

“Fortnite” es uno de los juegos que más ingresos genera en micropagos gracias a su política “free to play”.
photo_camera “Fortnite” es uno de los juegos que más ingresos genera en micropagos gracias a su política “free to play”.
El desarrollo social de los videojuegos, con la posibilidad de interactuar con otros usuarios, ofrece grandes posibilidades pero también riesgos en especial para los más pequeños.

Los videojuegos actuales poco tienen que ver tanto en desarrollo como en contenido con los que a principios de los 90 empezaron a generar el gran mercado de ocio electrónico que es a día de hoy.

Para facilitar a los padres, tutores y educadores la elección de videojuegos según la edad recomendada cada título cuenta con un código PEGI, un sistema de clasificación por edad vigente en 38 países europeos.

Mediante este sistema se establecen categorías de para que los niños no puedan jugar a videojuegos que estén por encima de su franja de edad, teniendo en cuenta el contenido y determinadas características sensibles del juego. Esta clasificación por edades está en el embalaje del juego o en su descarga digital.

Otro de los aspectos a tener en cuenta en los videojuegos actuales es que algunos títulos  ofrecen opciones de compra de ciertos componentes del juego a cambio de un pago. Esta actividad se ha popularizado tanto en los juegos para móviles (especialmente en los denominados “free to play) como en los productos de ordenador y consola (como en los juegos deportivos “FIFA 22” o “NBA 2K22”) Los controles parentales le permiten establecer límites de compra o restringir las compras por completo.

En cuanto a la actividad online, los videojuegos en línea son más accesibles y sociales que nunca. Con el auge de los juegos multijugador, los usuarios pueden comunicarse con sus amigos y familiares mientras juegan. Esta característica social es a menudo lo que hace que los videojuegos sean tan divertidos para los niños, aunque no está exenta de riesgos.

Desde la Asociación Española de Videojuegos recuerdan que los fabricantes de consolas tienen opciones que permiten ver con quién chatean los menores en los juegos y, si es necesario, limitarlo. También puede utilizar el control parental para controlar lo que su hijo puede y no puede compartir en internet.

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