El uso de las herramientas de inteligencia artificial, el uso de servicios multicanal y las redes sociales y la adopción de la nube digital como enclave para realizar trabajos en equipo de manera deslocalizada han facilitado a las empresas adoptar arquitecturas de datos, modelados y estructuras cada vez más profundas, escalables y transformacionales.
Este tipo de organización de trabajo ha supuesto un cambio necesario ante desafíos como la pandemia y la revolución del comercio digital, unos cambios en los que las tecnologías y prácticas pensadas y creadas de manera nativa en el entorno informático y en la nube marcarán las pautas de crecimiento en 2022.
Según los datos de la guía mundial de gastos de Big Data y análisis de la consultora internacional IDC, el gasto europeo en soluciones de Big Data y análisis de negocios (BDA) alcanzará este año los 50.000 millones de dólares, un 7% más con respecto a 2020. Además, se calcula que en 2025 habrá 25.000 millones de dispositivos conectados a la red que compartirán información gracias a la inteligencia artificial, lo que supondrá un ingente incremento del volumen de datos a analizar a disposición.
Para responder a las necesidades del cliente no queda más que ponerle en el centro de la experiencia digital de compra, algo imprescindible para cualquier empresa a día de hoy, independientemente del tamaño de la misma.
En este ámbito, la estrategia multicanal ha sido definitivamente desbancada por la omnicanalidad, habilitada principalmente por la hiperconectividad (el uso de la nube, tecnologías 5G, internet de las cosas). Es decir, dejan de existir las barreras entre los canales digitales y físicos y también las campañas concebidas por plataforma. Ahora el foco ya no se pone en el producto y en los distintos “escaparates” donde venderlo, sino que se centra en el cliente para proporcionarle una experiencia de compra única y homogénea esté donde esté.
Otro de los factores a tener en cuenta para el próximo año son los avances en inteligencia artificial, especialmente en la denominada “Generative AI”, que permite a los ordenadores reconocer de manera automática los patrones subyacentes relacionados con la información de entrada para, a continuación, utilizarlos para generar nuevos contenidos originales, lo que mejorará la comunicación con los usuarios.
