No son mayores de edad, pero ya son campeones del torneo +Deporte Atlántico. Martín Domínguez, de 16 años, y Ariadna Lucio, de 15, tocaron ayer el cielo con los dedos. Un cielo que dio una tregua para completar la jornada final de la competición, no sin susto previo. Así, ambos desataron toda la energía de la juventud sobre la pista central de Samil. Y ambos resultaron vencedores.
Fue Martín el primero en comparecer. Enfrente, el veterano baionés Carlos Brihuega. Y junto a ellos, una actriz invitada: la lluvia que cayó con tan solo un juego disputado. El chaparrón paró, pero sus efectos tardaron hora y media en disiparse. A partir de ahí regresó el partido y el joven Martín, que también ganó el cuadro cadete, ya no se paró más. Liftado, cortado, en la red. Un abanico de golpes muy amplio para tan corta edad. Todo acompañado de un vigor que apabulló a Brihuega. Su única fisura, algún ataque de nervios que le llevó a tirar fuera más de la cuenta en algún momento. Cuando consiguió domarlos, no hubo color. 6-2 y al segundo set.
En esta manga, el miñorano tiró de experiencia para agarrarse a la final. Al joven vigués le costaba más ganar los puntos, pero iba sacando adelante los juegos. Así hasta que rompió el servicio de su rival. Tocaba examinar su templanza cuando sirvió con 5-4. Del 30-0 pasó al 30-30. Peligro. Pero Martín se serenó, afinó con el servicio y ganó el torneo. Róber Rodríguez ya tiene sucesor en el trono Atlántico.
Después fue el turno de la final femenina absoluta entre dos cadetes. Dos compañeras de club en Vilagarcía. Tras la larga espera motivada por la lluvia, Ariadna Lucio y Sira Fernández protagonizaron un derbi de la Ría de Arousa. La primera, vilagarciana, se adjudicó el título a costa de superar a su compañera, de A Pobra do Caramiñal, en un partido sólido y firme (6-4 y 6-1). Casi sin fisuras, Lucio exhibió un tenis granítico e inabordable, que dio muy pocas opciones a su compañera y rival. Un triunfo que sube a la juventud al poder.
