Una semana para tomar contacto

Eduardo Coudet tiene un año más de contrato y el Celta quiere que lidere un proyecto a más largo plazo.
photo_camera Eduardo Coudet tiene un año más de contrato y el Celta quiere que lidere un proyecto a más largo plazo.
Coudet, Miñambres, Onésimo y los descartes siguen sobre la mesa del Celta siete días después de acabar la Liga

El Celta cerró ayer la primera semana de planificación de la próxima temporada sin anunciar la resolución de ninguno de los asuntos que tiene pendientes tanto en el primer equipo como en el filial. No obstante, estos siete días que transcurrieron desde el final de la competición sirvieron para que los dirigentes de club hicieran una primera toma de contacto con los responsables del proyecto deportivo, que ayer no habían asegurado todavía su continuidad.

El entrenador del primer plantilla, Eduardo Coudet, tiene un año más de contrato y en sus últimas comparecencias aseguró sentirse muy a gusto en Vigo y que le gustaría seguir no sólo una temporada, sino encabezar un proyecto a más largo plazo. Sin embargo, matizó que debía sentarse con los responsables de la entidad para saber si existía sintonía entre ellos. Es decir, si va a poder participar en las decisiones sobre la conformación de la plantilla.

Por su parte, el presidente celeste, Carlos Mouriño, comentó durante la semana pasada el interés del club por mantener al técnico que llevó al Celta del farolillo rojo a la octava plaza, pero también con matices. "Nuestra confianza es que él quiere quedarse y nosotros queremos que se quede, pero si quiere irse no podremos hacer nada. Queríamos tener más tranquilidad de cara al futuro pero no depende solo de nosotros", explicó Mouriño, que aseguró que la decidió de Coudet no será "por dinero", ya que el técnico "conoce nuestras cuentas y sabe que le pagaremos lo máximo que podemos pagar".

En caso de no llegar a un acuerdo para continuar, el Chacho tendría que pagar una cláusula de rescisión de tres millones de euros, que subiría a los seis millones en agosto.
En cuanto a Onésimo Sánchez, que llevó al Celta B al 'play-off' de ascenso a Segunda División, el club le ha ofrecido seguir, pero también le dio un plazo para responder que expiraba ayer mismo. El técnico vallisoletano estaba pendiente de posibles ofertas de la categoría de plata, que cerró ayer la liga regular, y la entidad no debería tardar demasiado en anunciar la renovación o la salida del preparador del filial.

Otro de los responsables deportivos del Celta, Felipe Miñambres, concluye su contrato el próximo 30 de junio y el club le ha ofrecido también seguir una temporada más, pero hasta el momento no ha dado una respuesta.

Carlos Mouriño destacó la semana pasada el interés del club por mantener a un director deportivo que lleva en Vigo desde 2016, pero apuntó que Miñambres puede tener ofertas de otros equipos y que el desgaste que produce este cargo después de cinco campañas seguidas podría llevarle a abandonar el Celta este verano. En este caso, el conjunto vigués ha sondeado ya el mercado y dispone de posibles candidatos para relevar al secretario técnico.

Clarificar la situación de los tres principales responsables del proyecto deportivo celeste resulta tan importante como resolver los problemas en la plantilla.

El club no cuenta con futbolistas como Emre Mor o David Costas, que tienen contrato en vigor, y si no consigue buscarles una salida que les convenza, tendrá muchas menos posibilidades de maniobra en el mercado.

En los próximos días, además, el Celta debería cerrar el primero de los fichajes que prevé realizar para reforzar el equipo. El extremo argentino Franco Cervi, del Benfica, es el futbolista que más cerca está de recalar en Vigo, aunque en las últimas semanas han sonado otros nombres, como el de Luis Abram. De momento, se suceden los contactos a la espera de los anuncios.

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