Cuando una situación es histórica, en lo negativo, todo se pone en tela de juicio. Los jugadores y el entrenador, los primeros. Pero, tras ellos, los encargados de planificar desde el club cada temporada. Y, en el caso del Celta, ese poder lo ostenta el director deportivo externo, Luís Campos. Las miradas se giran hacia él, y más cuando el club en las últimas horas ha garantizado el apoyo al técnico, Rafa Benítez, y ha descartado su destitución.
El responsable de los fichajes celestes se juega su prestigio en la actual operación abierta Miguel Angelo da Silva ‘Xeka’ y, sobre todo, en el mercado de enero. Al que el Celta acudirá con más o menos fichajes pendientes según sean los resultados en los dos próximos meses. De entrada, se buscaba un mediocentro, que podría ser ya Xeka si se cierra antes, y más que probablemente un central, dada la lesión de larga duración de Joseph Aidoo. Pero no es en absoluto descartable la búsqueda de más refuerzos, como el de un jugador que colabore con Iago Aspas en el arranque de las transiciones que Rafa Benítez propone como principal argumento ofensivo.
La llegada de Xeka, de concretarse, deberá hacerse lo antes posible. Esta misma semana debería haber noticias al respecto para saber si el entrenador podrá contar con ese mediocentro alto y de buen pie que le permita ganar los balones largos en el centro del campo y empezar la salida de forma limpia. El peso de Campos en este caso en concreto debería ser alto, teniendo en cuenta que ya fichó a su compatriota para el Lille hace un lustro.
Mientras, el director deportivo ha tenido un fin de semana intenso en cuanto a presencia en los estadios. El viernes estuvo en Girona para ver en directo la derrota del equipo y compatir el enfado por la polémica arbitral. Ya ayer, estuvo en la localidad gala de Brest para acompañar a su otro equipo, el PSG, en su duelo liguero con el Stade Brestois que terminó en triunfo parisino gracias a un gol de Mbappé sobre la bocina (2-3). Allí se va arreglando la siuación. Aquí…
