Las ONG de reparto de alimentos de Vigo ven peligrar su labor y su futuro

Imagen de la Gran Recogida del Banco de Alimentos de Vigo en noviembre pasado, una de las campañas propias de la ONG.
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La sustitución de comida por tarjetas monedero desde abril para famiias con hijos amenaza la viabilidad de las entidades. “Seguiremos como podamos”, dice el Banco de Alimentos

Los cambios previstos por el Gobierno en su objetivo de acabar con las llamadas “colas del hambre” ya han llegado.  La aprobación del Consejo de Ministros de un real decreto que sustituirá a partir de abril el reparto de comida procedente de fondos europeos por las tarjetas monedero  supone una amenaza para la viabilidad de las ONG de Vigo destinadas al reparto de alimentos. 

La medida, aprobada en 2021, preveía acabar con los repartos a partir de este año, cuando comenzaría la gestión a través de las Comunidades Autónomas. Sin embargo, ayer, de “manera excepcional y por razones humanitarias” se aprobó conceder una subvención directa a Cruz Roja para que, a través de dichas tarjetas o vales las familias con hijos puedan adquirir productos en diferentes establecimientos. Con esta iniciativa desde el mes de abril y hasta diciembre estas tarjetas serán financiadas con el Fondo Social Europeo sin coste para las comunidades, que tendrán que ejecutar el programa a partir de 2025. 

Una de las entidades más afectadas será el Banco de Alimentos, que hasta ahora se ocupaba junto con Cruz Roja del reparto de alimentos de fondos europeos  y que ha quedado en principio relegada de la iniciativa. Según explicó el presidente del Banco de Alimentos de Vigo, Iván Martínez, “todavía estamos pendientes de una reunión con la directiva en Madrid pero nosotros vamos a seguir trabajando como podamos”. 

 

 

Así, garantizó la continuidad de esta entidad, “porque además de los alimentos del Fondo de Ayuda Europea para personas desfavorecidas tenemos nuestras propias recogidas y buscaremos formas de conseguir recursos para continuar con nuestro trabajo". 

El peso, no obstante, de los fondos europeos era elevado en el trabajo de esta organización, compartido con Cruz Roja, que ahora se queda en exclusiva el nuevo sistema.

De estos alimentos dependen 54 entidades de Vigo y 147 en total en la provincia. 

Para Ricardo Misa, responsable de Vida Digna, el nuevo sistema afectará de una forma muy importante a las ONG  hasta el punto de que algunas quizá acaben cerrando. Además, sostiene que las tarjetas monedero “solo van dirigidas a familias con hijos, pero hay muchas otras personas con necesidades que requieren de ayuda inmediata y que se quedarán fuera”.  De momento, la situación es de incertidumbre, “nosotros igual que otras ONG estamos en vilo”, comenta Misa quien incide en que “seguiremos ayudando en la medida de nuestras posibilidades, buscando ayuda de particulares y empresas para mantener nuestro comedor abierto y la sede en la que hacemos mucho más que repartir comida”.

Comedores sociales apuran las existencias del último reparto

La demanda de ayuda de primera necesidad sigue en aumento. Desde Vida Digna, su responsable asegura que “cada semana recibimos entre 10 y 15 familias nuevas, la mayoría procedentes de Colombia y Venezuela y algunas incluso pese a tener trabajo”.  La puesta en marcha de las tarjeta monedero afectará directamente a los comedores sociales que se verán obligados a buscar otras fuentes de financiación. “Nosotros todavía tenemos existencias del último reparto del año pasado, ya que nos daban 60 toneladas cada cuatro meses, luego  veremos, habrá que reorganizar recursos", explicó.

En la misma tesitura se encuentran otras entidades con comedor y albergue de la ciudad. Según explicaban en uno de ellos, recibían cuatro toneladas de los fondos de Europa a través del Banco de Alimentos, pero ahora “de momento no sabemos qué va a pasar, habrá que seguir solicitando ayuda de empresas y particulares". 

El sistema de tarjetas monedero, que ya funciona por ejemplo en Cáritas o en las ayudas de emergencia del Concello, requerirá, a juicio de Misa, una “gran estructura por parte de Cruz Roja de asistentes sociales y trabajadores que puedan hacer todo el control de las familias que soliciten ayuda y eso puede durar meses”.

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