La primera campaña en Malvinas tras el acuerdo de pesca culmina con éxito

Momento de la partida en enero hacia el caladero de Malvinas. El regreso se inicia escalonado desde final de abril.
photo_camera Momento de la partida en enero hacia el caladero de Malvinas. El regreso se inicia escalonado desde final de abril.
Los armadores vigueses concluyen con unas 46.000 toneladas de calamar en el caladero donde faenan en exclusiva. “Se demuestra la buena gestión del recurso”

La flota viguesa capturó unas 46.000 toneladas de calamar en el caladero que gestiona en solitario en las Malvinas en la primera campaña tras la renovación del acuerdo con el Gobierno de las islas por otros 25 años. En esta ocasión había cierta expectación por conocer cómo se comportaría la pesquería, y el resultado ha confirmado las previsiones. Un éxito de gestión, pese a que el total ha sido ligeramente inferior a 2022, aunque aquella había sido una operación histórica, con 57.000 toneladas y más de 100.000 en el total del año con la segunda, que se inicia en el verano austral. Han sido tres meses donde los 16 buques congeladores de empresas adscritas a la cooperativa de armadores viguesa han mantenido los objetivos, confirmando la buena situación del caladero, donde los pesqueros de Vigo y Marín podrán continuar operando tras ampliarse el acuerdo con las autoridades de las islas británicas situadas frente a Argentina. 

Según señalaron fuentes del  sector del congelado, el tamaño del calamar malvino en esta ocasión fue mayor de lo normal, al menos en las primeras semanas en que los buques estuvieron faenando en la zona. Como es conocido, los congeladores no tocan puerto durante los más de tres meses de la campaña, transfiriendo a mercantes los miles de toneladas que van acumulando. Finalmente, cuando finaliza el tiempo tasado los pesqueros cargan sus bodegas y se dirigen a Vigo, lo que les lleva unas tres semanas de navegación. La mayoría arriba a los muelles de Beiramar, donde tienen su base. La segunda campaña se desarrolla pasado el verano, a partir de septiembre y octubre.

 

 

Entre la patronal, la Cooperativa de Armadores del Puerto de Vigo (ARVI), satisfacción ante el reto superado, según reconoce Javier Touza, su presidente. ”Estamos contentos porque estamos en la media del año pasado, que fue histórica, 100.000 en todo el año, por tanto estamios bien, con optimismo, ratificando que cuando la gestión pesquera es buena todo marcha correctamente", señala. 

Destaca Touza la coordinación existente y sobre todo “que se nos escucha”. “Todo el año tenemos a científicos a bordo comprobando la situación del caladero, estamos en estrecha colaboración con ellos y la pesquería de Malvinas es un ejemplo a seguir de cuando se hacen bien las cosas”, añade. La prórroga entró en vigor el 1 de enero de este año. Supone mucho para la pesca viguesa. “Primero, que estos 25 años dan estabilidad a las empresas para renovar barcos, ya hay cinco nuevos y en cartera otros más, cuando hay seguridad y estabilidad los bancos son los primeros que apoyan a las empresas porque podemos presentar un plan serio a largo plazo”, advierte Javier Touza. 

El presidente de los armadores precisa que “seguimos en producciones muy interesantes, conservando el recurso (el calamar), y si hay producto se debe a que llevamos a cabo una política conservacionista”. Todos los buques que han participado en la campaña suman unos 1.200 tripulantes a bordo. Aunque afiliados a ARVI, la mayoría son empresas mixtas, con capital vigués y con bandera vinculada a una armadora extranjera. Muy puntillosos con los acuerdos bilaterales con Malvinas, destacan que los barcos utilizan Vigo a fines logísticos “porque pertenecen a empresas y armadoras extranjeras”.

"Grandes grupos controlan cada vez más los recursos pesqueros”

En los últimos años, se ha detectado una transición hacia un modelo alimentario híbrido en el sector pesquero en cuanto a la financialización (un proceso global caracterizado por el creciente rol de los motivos, mercados, actores e instituciones financieras en las economías domésticas) en el que se reflejan las dinámicas que ahora se están llevando a cabo como el caso de la reciente compra de Nueva Pescanova por la multinacional canadiense Cooke. Así lo sostiene el catedrático de la Universidad de Coruña y expresidente de la Xunta Fernando González Laxe en un amplio estudio. Concluye que hay dos modelos, y el principal está formado por grandes empresas que aseguran el grueso de la producción y comercialización de alimentos extraídos. El mercado resultante está repleto de potentes campañas publicitarias y un intenso lobby de multinacionales, donde temas transversales en cuanto a estándares de calidad, información al consumidor y fiscalidad, por ejemplo, muestran altos niveles de control en materia de gobernanza alimentaria global. En el segundo modelo predominan las medianas empresas con limitaciones en cuanto a sus capacidades, con dificultades para acceder a los mercados financieros tradicionales, empresas familiares, de menor tamaño y con tecnologías adaptadas a pequeños formatos de producción que adoptan formsa clásicas, como sociedades anónimas. Laxe concluye que las grandes empresas están tomando progresivamente el control de los recursos pesqueros. “Galicia es un buen escaparate de este doble comportamiento”.

Te puede interesar