JAVIER GARRIDO, Presidente de la Aproin

"Un planteamiento ordenado permitirá vivienda para todos los bolsillos"

Javier Garrido en el set de Atlántico TV.
photo_camera Javier Garrido en el set de Atlántico TV.

Javier Garrido preside desde 2007 la Asociación de Promotores Inmobiliarios de la Provincia de Pontevedra (Aproin) y abre el 2022 con la visita al set de Atlántico TV para hablar de los retos del sector en este nuevo año, qué supone la aprobación del nuevo PGOM en Vigo y en qué situación se encuentra el equilibrio entre oferta y demanda en el siempre agitado sector inmobiliario de la ciudad. 

 

En 2021 Vigo aprobó  inicialmente el PGOM, ¿qué supone para el sector?

 El Plan General es lo que da seguridad jurídica a los desarrollos inmobiliarios, a las promociones. Para nosotros cualquier avance sobre una figura de planeamiento que va a dotar de seguridad jurídica, es una buena noticia. Desde que el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia anuló el PGOM de 2008, hubo un vacío que vino a rellenar la Ordenación Provisional. La imposición que establecen son unos determinados plazos que, simplificando, viene a decir que ustedes pueden hacer determinadas obras, pero deben avanzar en la tramitación de un Plan General, de lo que ordene realmente el territorio. Esos plazos se han ido cumpliendo y para nosotros era una preocupación muy grande. Supone satisfacción con que se hayan cumplido los plazos, porque se siga avanzando en una tramitación de un Plan General que es un punto y seguido. Hay que intentar perfeccionarlo, cubriendo toda la seguridad jurídica y en eso estamos.

Está previsto un gran número de viviendas, ¿qué zonas son más interesantes?

Como vigueses nos gustaría que Vigo se desarrolle de una determinada manera, pero probablemente cada uno de los promotores  lo vería de una manera distinta. Queremos seguridad jurídica para hacer unas inversiones con garantías. Como cualquier otro negocio que se pueda imaginar. La filosofía de cada uno de los planes no nos es muy determinante. Lo que queremos es que lo que se haga, se haga bien y quede asentado. De hecho ha cambiado la filosofía: en el Plan de 2008 se ordenaba territorio como para 150.000 viviendas, ahora mismo se ordena como para 50.000. El mercado en Vigo demanda vivienda, sobre todo para gente joven que no tiene posibilidades de adquirir vivienda a un precio razonable. Como pasa en cualquier mercado, cuanta más oferta haya, más posibilidades de comprar suelo a un precio razonable que nos permita sacar vivienda para todos los segmentos de mercado en cuanto al poder adquisitivo.

La demanda de vivienda sigue al alza en Vigo, ¿estamos encaminados a reducir ese desequilibrio con la oferta?

El tema se ha alargado tanto… La demanda está estancada, hay una demanda no satisfecha para los segmentos de poder adquisitivo medio y medio-bajo clarísima. Es precisamente por la falta de planeamiento enlazada con la crisis inmobiliaria, que aquí afectó de forma importante por la situación de las Cajas. Se quedaron paralizadas casi todas las promociones y cuando la cosa parecía que podía reflotar, se anuló el Plan. Esa demanda de vivienda que conformáis los que os emancipáis, los que os vais de casa paterna y buscáis vuestra vida, aquí no había opciones de desarrollarse. Se desarrolló mucho el mercado de alquiler de vivienda usada, bajo mi punto de vista con los precios bastante elevados porque la demanda era superior a la oferta. Lo que viene a suponer una situación de planeamiento urbanístico organizado es que pueda vivienda para todos los bolsillos. 

En la provincia hay otras áreas de gran interés, ¿se está normalizando el pulso del sector?

No vienen a resolver esa demanda de segmento joven, en Nigrán o Sanxenxo se desarrolla mucha segunda residencia de precio medio-alto. Sí creemos desde Aproin que Nigrán es un lugar a desarrollar primera vivienda nueva muy importante, Baiona o Redondela, siendo muy interesantes para desarrollar viviendas a precios asequibles.

El sector ha sido clave para la recuperación económica, ¿cómo se presenta el 2022?

Nada hace pensar que no sea así, no sin amenazas. Hay una preocupación por el incremento de costes de materias primas, el encarecimiento de la luz, los combustibles, la logística, todo eso ha repercutido. Eso nos preocupa, pero en todo caso esperamos que se pueda resolver. Es obligación desde el punto de vista del sector intentar poner soluciones o paliar los problemas que vayan surgiendo. Es evidente que todo esto se pueda hacer con la complicidad de las administraciones, sobre todo cuando se oyen “cantos de sirena”, sobre todo desde el Gobierno central que no son ni mínimamente razonables.

¿Cuáles son esos “cantos de sirena”?

Todo lo que se habla sobre la obligación irreal de la vivienda de protección o la intervención de precios en un mercado absolutamente privado como el arrendamiento. Esas intervenciones atemorizan a un sector que también acumula una parte relevante de inversión. Cuando hablamos de inversión, sobre todo en Galicia, no visualicemos al gran especulador de muchísimas viviendas, hablemos del señor que trabaja como un ‘fiera’ fuera de Galicia y con sus ahorros compra alguna vivienda para alquilar y que cuando se retire sea sus ingresos. Esas personas ven con temor que les puedan intervenir en esto. 

A finales de diciembre entregaron los premios Aproin, ¿es cada vez más difícil escoger a los ganadores?

Para los que estamos enamorados de la rehabilitación de edificios, casos como el Edificio Redeiras o el hotel de Ceetrus en Urzaiz, son especialmente relevantes. Esa recuperación de un edificio que fue residencia de Jenaro de la Fuente, un edificio de Pacewicz como es el Sanatorio de O Calvario o el propio Edificio Redeiras hace que los premios sean singulares. Desde la asociación, llevamos ya 26 años, no tenemos intervención en la selección de los premiados. Hay un jurado presidido por Luis Espada y representantes de la arquitectura y la ingeniería. Es una decisión que toman ellos. Nosotros queremos potenciarlos desde el punto de vista de la promoción integral, separándonos de lo que puede ser un premio de arquitectura, valorando de forma integral la promoción: se ha comercializado bien, está destinándose para lo que se ideó, su financiación hay ido bien, que la obra se adecúa los recursos disponibles… Ese es el espíritu real de estos premios.

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