Conocido por todos como "Sánchez", José Fontela Lomba es un vecino de Panxón de 80 años de edad que participó en las labores de limpieza y de retirada del crudo licuado que llegó por toneladas al entorno del puerto nigranés, después de que el petrolero de bandera noruega 'Polycommander' encallase en Cíes, hace ya 50 años. Un miñorano que además de dedicar toda una vida al mar presenció en primer persona el incendio, de madrugada, del crudo que flotaba sobre el agua y que posteriormente se trasladó al barco. En el momento del suceso, 'Sánchez' estaba en el mar pescando sardinas 'o xeito' con varios compañeros y extrañados por la columna de humo y fuego se dirigieron a lo alto de Monteferro. "Ardía más el agua que la propia embarcación", aseguró. Pese a que los detalles que provocaron el incendio no están del todo claros, tanto Sánchez como muchos vecinos veteranos achacan lo sucedido a una chispa que salto de un barco de Redondela que en ese momento estaba al cerco y de ahí explican que la inflamación comenzase sobre la superficie del mar. "Es lo que se comentaba en los corrillos", aclaró.
Sánchez recuerda que la nube negra iba acompañada de una gran cantidad de hollín que se iba impregnando en fachadas y tejados, además del hidrocarburo que tiñó de negro los cascos de las embarcaciones de pesca de la zona. "Yo reclamé para que me pagasen la reparación, además de la patente pero nunca contestaron. En el caso de viviendas fue diferente y ahí si que los asumieron", aclaró.
Al poco tiempo del suceso agentes de la Guardia Civil hicieron una batida para reclutar a todos los vecinos, estuviesen relacionados o no con el mar. "Nos vinieron a buscar y negarse no era una opción, nos pagaban 250 pesetas diarias además de proporcionarnos el equipamiento necesario y nos dirigimos al náutico", recordó. Sánchez no pudo precisar una cantidad aproximada de fuel retirado pero "había muchísimo".
El despliegue fue total y el pueblo se paralizó, "incluso con camiones municipales" y cadenas humanas, recuerda que tuvieron que tirar un muro para poder acceder con los vehículos pesados al lugar. "Lo que se iba retirando de la cimentación del edificio marítimo se llevaba a la playa de A Madorra", relató. Allí dos excavadores realizaron dos grandes agujeros en plena arena que funcionaron como depósitos improvisados mientras varias cisternas lo succionaban para reubicarlo.
Las tareas se extendieron durante semanas y la pesca estuvo paralizada sobre un mes, Sánchez recuerda que al principio tenían que tener cuidado porque los restos se adherían a los aparejos. Asegura que cuando se retomó la actividad había bancos enormes de trucha asalmonada. "Cada vez que salíamos recogíamos de las redes cantidades enormes de esta especie, pienso que por el descanso que le dimos al mar", explicó.
Dada su trayectoria, este marinero también participó activamente en las tareas de limpieza tras el naufragio del "Prestige" en 2002. "No fue lo mismo ya que la marea negra se concentró más hacia el norte de Galicia", sin embargo asegura que retiraron en una sola tarde cuatro toneladas de "chapapote" del entorno de las Islas Cíes.
