Si la delincuencia en Vigo se encuentra en uno de sus peores momentos, con un aumento de la criminalidad al finalizar 2022, del 23% respecto al año anterior, la situación no mejora en los municipios del entorno con más de 20.000 habitantes. Según el balance del Ministerio de Interior, los robos en pisos y locales crecieron de forma alarmante hasta triplicarse en algún caso, como en Ponteareas.
Los porcentajes de incremento superan con creces a los registrados en el municipio vigués, con un 72% en O Porriño, pero un 158% en Redondela (jurisdicción de la misma Comisaría que la viguesa) y hasta un 223 en la capital del Condado. Al otro lado de la Ría, en Cangas, también hay un aumento aunque mucho más tibio en cuanto a los asaltos a viviendas o establecimientos ya que se sitúa en un 22,7%,. Por contra, en este punto del Morrazo destacan de forma negativa e incremento de riñas y peleas con lesiones graves, así como los delitos referentes a la libertad sexual. En datos absolutos, la criminalidad sigue una tendencia al alza, tanto la que Interior denonima como convencional, como la que se comete a través de internet. Concretando, durante el año pasado se cometieron 82 robos con fuerza en Ponteareas, frente a los 24 ocurridos en 2021, siendo el objetivo mayoritario de los ladrones, las viviendas, con un total de 55, una cifra también superior a la época precovid, cuando solo hubo una treintena.
En Redondela, fueron 44 los asaltos a establecimientos y viviendas en solo un año con una diferencia especialmente acentuada si se trata solo de pisos. Fueron 29 los robos en inmuebles mientras que un año antes solo se denunciaron 9, una escalada que ya ha sido denunciada por los sindicatos policiales de la Comisaría de Vigo, quienes siguen pidiendo personal, medios y que se vuelva a reabrir la comisaria propia en este municipio, donde la delincuencia convencional subió un 39,6%. Ese porcentaje de subida es el mayor del entorno, incluido el de la propia ciudad de Vigo y arroja un total de 903 infracciones penales cometidas a lo largo de 2022, superando la tasa registrada en 2019, cuando rozaba las 700.
En O Porriño, con unos 10.000 habitantes menos, fueron 734 los delitos registrados el año pasado, lo que supone una media de dos al día, más que los 666 de 2019, antes de que llegara la pandemia paralizara la actividad criminal en las calles. Junto a los robos, los hurtos y los intentos de homicidio fueron los que experimentaron un mayor aumento.
Por su parte, en Ponteareas es el brutal crecimiento de los asaltos lo que rompe su tasa que en general se mantiene, como en el tráfico de drogas e incluso baja notablemente en los delitos sexuales, tanto los más graves, como en el resto. Los hurtos también se incrementaron, en un 34% pero sus cifras siguen siendo menores que las que había en 2019, el año de referencia para el Ministerio de Interior que ha obviado de sus balances de criminalidad el 2020, atendiendo a las circunstancias especiales de ese año.
El crecimiento “supersónico” de las estafas informáticas
Las advertencias sobre el aumento de la cibercriminalidad desde la Subdelegación del Gobierno y los distintos cuerpos de Seguridad y los mensajes a la población para tomar precauciones están más que justificados. El aumento de las estafas informáticas desde 2019 es difícilmente digerible. El mayor incremento no es tanto respecto al año pasado, donde siguen subiendo pero de forma más calmada, sino en comparación con el año precovid. Cangas se sitúa a la cabeza en cuanto al repunte. En 2019 fueron 28 los estafados, pero el año pasado ya llegaron a 282, un aumento del 907%, que ha logrado en este caso frenarse ligeramente respecto a 2021, cuando las denuncias llegaron a superar las 300. Le sigue Ponteareas que pasó de 19 víctimas en el año precovid a 177 en 2022 y un aumento del 831,6%. En Porriño la escalada pasó de 27 víctimas antes de la pandemia a 191 en 2022, con un incremento del 607%.
