Casi 200 alumnos de la UVigo hicieron voluntariado en 2022

Santiago Abal, durante una de las actividades divulgativas.
photo_camera Santiago Abal, durante una de las actividades divulgativas.
El curso pasado, unos 168 estudiantes participaron en 75 proyectos dedicados en su mayoría al cuidado de la infancia, de mayores y colectivos en riesgo de exclusión social

El voluntariado es una de las muchas acciones de extensión universitaria que instituciones como la UVigo promueven para que los estudiantes disfruten de una experiencia en los campus que no se reduzca a lo meramente académico, y en la universidad viguesa este tipo de actividades tienen cada vez más tirón. Así lo refrendan los datos del informe sobre voluntariado que elabora cada año la Fundación Mutua, que recoge todos los proyectos y estudiantes que participan en ellos a lo largo y ancho de la geografía española.

El curso pasado (22/23), un total de 168 estudiantes de la UVigo formaron parte de los 75 proyectos de voluntariado llevados a cabo en el seno de la institución viguesa. Se trata de un aumento importante comparado con el curso anterior, en el que 63 alumnos estuvieron involucrados en 66 acciones diferentes, tanto propias de la universidad como propuestas por las ONG que colaboran. 

Según indican desde la Fundación Mutua, entre los casi 200 alumnos que se apuntaron a este tipo de iniciativas no hay un perfil predominante, por lo que se trata de un grupo muy heterogéneo de estudiantes, y la mayoría de los programas tratan sobre apoyo a infancia, tercera edad, colectivos en riesgo de exclusión social o cuidado del medioambiente. Además, se trata por lo general de proyectos de más de un año de duración, por lo que si lo desean, los estudiantes pueden continuar en ellos durante más de un curso completo. 

Realización personal

Uno de estos estudiantes que formaron parte de programas de voluntariado el pasado curso fue Santiago Abal, que en 2022 hacía el máster de profesorado y una beca de formación en responsabilidad social e igualdad, que compaginó con el programa propio de la UVigo “Axenda 2030. Axentes de cambio”. Se trata de una iniciativa que busca dar a conocer entre los estudiantes de la universidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU. “Uno de los temas de la beca que estaba haciendo eran los ODS y me interesó mucho el tema, por lo que mi tutora me propuso apuntarme al programa”, explica Santiago. 

Santiago apunta que su actividad en este proyecto se dividía entre campañas de concienciación a través de redes sociales y ‘stands’ informativos “en los que hacíamos juegos para que la gente participara y se informara sobre los ODS”. Según señala, participar en esta iniciativa le ayudó a “sentirme aún más concienciado con el mundo y las problemáticas actuales”, y a nivel profesional, “me ayudó a entender que realmente la educación es la base del mundo”. Anima a sus compañeros estudiantes a apuntarse porque “es una buena forma de conocer gente y pasártelo bien ayudando al planeta”.

Por su parte Irene Eirín, que el curso pasado hizo el máster de márketing digital, se unió al programa de voluntariado ‘Residuos Cero’ de la asociación Amigas da Terra. Esta iniciativa busca crear grupos de activismo dentro de la universidad para trabajar en la reducción de residuos. “Me apunté porque llevo tiempo interesada en reducir los residuos generados en mi propia casa”, indica. Cuenta que, durante su colaboración en este proyecto, “aprendí cosas que no conocía”, como el compostaje “que ahora que están poniendo contenedores orgánicos en la ciudad al fin puedo hacerlo” o comprar a granel “no sólo comida, sino también productos de limpieza (rellenando las botellas), por ejemplo”. De esta experiencia, dice Irene, “me llevo  a toda la gente que conocí, que me ha permitido tener una red de personas afines a mis intereses y de quienes puedo aprender”.

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