El Colegio Oficial de Psicología de Galicia comenzó ayer la 16ª edición de las Jornadas de Sección de Psicología y Salud en el Auditorio Municipal de Nigrán y con la presencia de 130 psicólogos expertos en la muerte, con mesas redondas donde se analizaron aspectos como el duelo, el suicidio y los trastornos que llevan al fallecimiento.
La presidente del Comité Científico de las jornadas, la psicóloga clínica Irene Esperón, apuntó a que la finalidad de esta actividad formativa es “crear un foro donde se pueda dotar de naturalidad a algo tan universal como la muerte”, ya que en nuestra sociedad hay pocos contextos donde se puedan hablar abiertamente del tema. “El hecho de que no se mencione la muerte o la alejemos de nuestra conciencia lleva a que cuando inevitablemente aparece en nuestras vidas (propia o familiar) nos ocasione mucho sufrimiento. Los tabús de la índole que sean solo ocasionan soledad y opacidad, que no permiten, en definitiva, naturalizar el ser humano. Somos la única especia que tiene conciencia de que va a morir”, señaló Esperón.
Con estos análisis se pretende dar a conocer las principales características del duelo, tanto en la población adulta como en la infantil y su manejo clínico. En segundo lugar, la problemática de los suicidios también será otro de los aspectos importantes, teniendo en cuenta que el peso del suicidio tiene un enorme peso en la ciudad (hasta 67 suicidios registrados en Nigrán en 2022). Galicia es la segunda comunidad autónoma en tasa de suicidios tras Asturias, y la quinta en cifras absolutas tras Andalucía, Cataluña, Comunidad Valenciana y Madrid. Los ponentes reflexionarán sobre la intervención en prevención del suicidio y analizarán su relación entre ello y el transtorno por uso de sustancias.
Otro de los objetivos es mostrar las características de la PAM (Prestación de Ayuda para Morir) y su aplicación en Galicia, así como debatir acerca de las cuestiones bioéticas que la muerte repercute en los profesionales sanitarios. Finalmente, se completará los programas abordando los cuidados paliativos, tanto en la población adulta como en adolescentes, y tanto hospitalarios como en el hogar del paciente.
