El nadador barcelonés Miguel Luque logró ayer la primera medalla para la delegación española en los Juegos Paralímpicos de Tokio (Japón) al colgarse la plata en la prueba de los 50 metros braza, clase SB3 de discapacitados físicos. Luque, de 44 años, paró el cronómetro en un tiempo de 49.08, solo por detrás del ruso Roman Zhdanov, que lo hizo en 46.49. La medalla de bronce se la colgó el japonés Takayuki Suzuki.
La marca de Zhdanov supone un nuevo récord del mundo en la prueba, mejorando el tiempo que hasta ahora ostentaba el italiano Efrem Morelli desde el 15 de septiembre de 2019 con 47.49. Luque, que nació con una artrogriposis múltiple congénita que le produjo una malformación y le hace usar silla de ruedas, acumula con esta medalla siete preseas paralímpicas: dos de oro, tres de plata y dos de bronce.
El deportista catalán volverá a competir el sábado 28 de agosto en los 150 metros estilos y el viernes 3 de septiembre en los 50 espalda.
Posteriormente, la segunda medalla de la jornada fue para Toni Ponce, que en los 200 metros estilos de la clase S5 de discapacitados físicos subió al segundo cajón por detrás del italiano Francesco Bocciardo, plusmarquista mundial de la distancia y que refrendó su condición de favorito con un dominio incontestable. La diferencia entre ambos fue amplia.
