Gustavo Nieves: "Opción a medalla hay, y más en la maratón"

Gustavo Nieves, en un entrenamiento previo a los Juegos de Tokio.
photo_camera Gustavo Nieves, en un entrenamiento previo a los Juegos de Tokio.

Gustavo Nieves (Vilalba, 1982) acude a sus quintos Juegos Paralímpicos en Tokio y lo hace con la intención de obtener una medalla tras dos diplomas en Sydney 2000 y Londres 2012 y tener que retirarse en Río, por el calor, cuando lideraba la maratón. El fondista milita en el Celta de Atletismo y, a pesar de que ahora reside en Madrid, gran parte de su carrera lo hizo en Vigo. 

¿Cómo llega a los Juegos?

Con ganas de competir y, también, de que se termine. Fue un ciclo raro y lo finalizamos con esta burbuja en Sant Cugat con mucho control y, después, también habrá muchas restricciones en Tokio. Tengo ilusión por competir, pero con ganas de que acabe.

 Físicamente, ¿cómo está?

Tengo que reconocer que los años pesan, no es el mejor momento de forma de mi vida pero sí que estoy fino dentro de lo posible. En Río tuve problemas con la adaptación al calor, que me desmayé cuando iba delante. Esta vez opté por llegar con más fuerza y un poco menos fino para poder encontrarme mejor. Estuve al calor de Madrid, después en Barcelona y todavía me quedan 18 días en Japón para adaptarme bien allí. Espero que me salga mejor. 

¿Se encontró  competitivo en los entrenamientos?

Desde mayo arrastro alguna molestia y en junio tuve que parar un poco, pero después sí que puede subir la carga y llego bien, en un estado de forma óptimo. Opciones a la medalla hay, y más en una carrera como la maratón, que es un poco lotería y de supervivencia. Es posible que haya gente que pague el esfuerzo de salir rápido y otra que no se adapte. Siempre hay sorpresas.

Una vez allí, viendo la previsión, ¿dará el último toque a la táctica? 

Hará calor, eso seguro. Sería muy raro que venga un día fresco. En los Olímpicos ya fueron unas condiciones extremas y no creo que varíe mucho. En todo caso, será para todos igual y la preparación para esas condiciones de calor y humedad la hice. Compito el último día, el 5 de septiembre, por lo que tengo tiempo a adaptarme pero también con la interrogante de la villa olímpica. No sé el sitio que tendré para entrenar. Es algo que me preocupa porque otros compañeros me dijeron que estuvieron limitados. Todavía me quedan entrenamientos duros por hacer y hay restricciones para poder hacerlo. Para los que hemos ido ya a otros Juegos Paralímpicos será una experiencia diferente, se harán un poco raros los de Tokio, pero es la situación que nos toca vivir.

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