Felicidad de nuevos y veteranos

Vicky, Alejos, Chano, Susana y Celso, en Tokio.
photo_camera Vicky, Alejos, Chano, Susana y Celso, en Tokio.
Los paralímpicos de Vigo y el área acudieron ayer al acto de apertura, que estuvo marcado por el buen ambiente

Un sueño cumplido. Los atletas paralímpicos pudieron desfilar ayer en el estadio olímpico de Tokio en el inicio de los Juegos y a la ceremonia acudieron la mayoría de deportistas de Vigo. Los jugadores de baloncesto Agustín Alejos y Vicky Alonso, el nadador Sebastián Rodríguez ‘Chano’,  el jugador de tenis en silla Martín de la Puente, los atletas Desirée Vila y Gustavo Nieves y la paratriatleta Susana Rodríguez Gacio se dejaron ver en la ceremonia y se realizaron las fotografías y vídeos de rigor antes, durante y después del evento. Como es habitual, esta ceremonia es uno de los momentos de mayor emoción de los deportistas y también de diversión antes de afrontar la tensión de la competición. 

Como es habitual en ella, la gondomareña Desi Vila estuvo activa a través de su redes sociales para contar, paso a paso, la ceremonia de inauguración. El día lo comenzó con bromas en el autobús o subiendose a la silla del ‘taxista’ De la Puente para después disfrutar en el estadio. También hubo tiempo para que el grupo formado por Alonso, Alejos, Chano Rodríguez, Susana Rodríguez y Celso Comesaña pudieran hacerse la fotografía con la bandera de Vigo. El desfile siempre ofrece grandes imágenes y momentos para el recuerdo con los trajes oficiales de España. Y, eso sí, sin público debido a las medidas contra el covid. 

Tokio dio ayer oficialmente por inaugurada la presente edición de los Juegos Paralímpicos, que se desarrollarán en la capital japonesa hasta el 5 de septiembre, con una ceremonia de inauguración que invitó a volar sin complejos ni miedos en un mundo necesitado de su diversidad y solidaridad para seguir mirando hacia delante. El Comité Organizador optó por desarrollar una apertura bajo el concepto de ‘Tenemos Alas’ para transmitir lo que supone para la ciudad acoger esta cita y convertirse en la primera en celebrar en dos ocasiones el mayor evento deportivo del mundo de la discapacidad.

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Un cuento de esperanza, con un punto de encuentro tan común en la vida de cualquier ciudadano como un aeropuerto, en esta ocasión un para aeropuerto, y con un mensaje de mirar hacia delante con unidad pese a estos difíciles momentos por la pandemia, fueron los puntos centrales del ‘show’ del Estadio, durante estas casi próximas dos semanas, Paralímpico.

Para ello, los creadores de la ceremonia le dieron el protagonismo a un pequeño avión interpretado por una niña japonesa de 13 años en silla de ruedas, que desea más que nada volar, pero que ha perdido toda esperanza de poder hacerlo por contar sólo con una ala, olvidando que cada uno tiene sus propias alas y que con coraje y sin dudar en extenderlas todo lo posible, se puede alcanzar lo que uno se proponga.

Y para lograr vencer ese miedo a ser diferente, acuden a ella no sólo otros ‘aviones’, diversos todos ellos, sino personajes de fuera del para aeropuerto que, en uno de los momentos más eléctricos y con los acordes de la banda sonora de Kill Bill, son los que finalmente le hacen encontrar el coraje para volar feliz y olvidar todos sus complejos. Un verdadero mensaje de compromiso como corresponde al acto de inicio. 

Susana Rodríguez realiza una fotografía en el exterior del estadio

Pero antes de todo eso, se vivió el tradicional desfile de los participantes, encabezados por el Equipo de Refugiados, con la atleta siria Alia Issa y el nadador Abbas Karimi, único deportista en la cita de Afganistán, cuya bandera también desfiló, portada por un voluntario en señal de solidaridad con el país y los complicados momentos que está viviendo tras la llegada al poder de los talibanes.

España, abanderada por la nadadora tinerfeña con discapacidad intelectual Michelle Alonso, doble campeona paralímpica, y el ciclista valenciano con discapacidad física Ricardo Ten, ganador de seis medallas y en sus sextos Juegos, fueron los encargados de liderar a una alegre y festiva delegación.

Desi Vila posa junto a la lucense Adiaratou Iglesias.

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