Chano Rodríguez concluyó ayer su participación en los Juegos Paralímpicos de Tokio con la octava posición en los 50 metros estilo libre y, con este puesto, sumó su segunda plaza de finalista en la cita japonesa tras también finalizar octavo en los 200. La sesión competitiva para el deportista de la ciudad comenzó con las series clasificatorias en las que firmó un registro de 35.17 segundos y, con él, obtuvo el billete para la lucha por las medallas. No obstante, terminar en el podio sabía que era casi imposible.
Ya en la jornada de tarde, Chano Rodríguez salió a la piscina con una enorme cara de alegría y degustando el momento de estar en una nueva final. Terminó octavo con 35.31 en una prueba con triplete chino y triunfo de Tao Zheng con una marca de 30.31 segundos.
“Ha sido una gran alegría. En esta ocasión no he podido dedicarle la medalla a Vigo, pero el diploma creo que se lo merece por todo el cariño y el respeto que me tienen. Estoy muy, muy contento. El balance de estos Juegos no puede ser más positivo. El hecho de estar aquí ya ha sido todo un éxito y más con este broche de oro en el 50 metros, que no ha sido de oro, para mí es de platino”, expresó el nadador vigués tras la prueba. Su alegría era evidente ya que se metió en Tokio en la última prueba al hacer la mínima en 200 metros y obtuvo dos diplomas.
Además, Chano Rodríguez quiso dedicar los dos diplomas a la ciudad de Vigo y, en especial, a la entidad municipal por ayudarle a costear una handbike, que le ayudó en toda la preparación para esta cita olímpica y, también, en la vida cotidiana. A los 64 años, Chano Rodríguez finalizó sus sextos Juegos Paralímpicos y ya inicia un nuevo ciclo hasta París. Un reto.
