Los obispos decidirán a la hora de bendecir parejas gays

El secretario general y portavoz de la CEE, Francisco César García Magán.
photo_camera El secretario general y portavoz de la CEE, Francisco César García Magán.

La Conferencia Episcopal Española delegó en cada diócesis la forma de proceder en cada caso

La Conferencia Episcopal Española (CEE) delegó en cada obispo de cada diócesis la forma de proceder tras la autorización del Vaticano para la bendición de parejas homosexuales y otras uniones civiles, aunque remarcó la “importancia” de no “confundirlo” con el matrimonio canónico. “Como premisa mayor, la Conferencia Episcopal no hace valoraciones de documentos de la Santa sede, ya los obispos cada uno verá en su diócesis”, señaló el secretario general de la CEE, Francisco César García Magán, ayer, en la rueda de prensa para presentar la Memoria de Actividades de la Iglesia 2022.

Preguntado por la declaración doctrinal aprobada por el papa Francisco, y publicada el lunes, sobre la bendición de parejas del mismo sexo y de otras uniones “irregulares”, García Magán aclaró que no hacen valoraciones de los documentos pontificios, aunque incidió en que estas bendiciones no deben confundirse con las bodas religiosas. “Sí subrayo de esta declaración la importancia, lo dice el prefecto, de no confundir ni hacer de esa bendición una diversa celebración del matrimonio, eso dice, que no hay que confundirlo con la celebración del matrimonio canónico”, insistió el obispo.

El pasado lunes el papa Francisco aprobaba un documento doctrinal que permite la bendición de parejas entre personas del mismo sexo y otras “irregulares” siempre que no imite el rito del matrimonio. Con esta declaración, la Fiducia supplicans, del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, aprobada por el papa, será posible bendecir parejas formadas por personas del mismo sexo, pero al margen de cualquier ritualización e imitación del matrimonio. Así, se explicó que ante la petición de dos personas de ser bendecidas, aunque su condición de pareja sea “irregular”, será posible que el ministro ordenado dé su consentimiento, pero sin que este gesto contenga elementos ni remotamente parecidos a un rito matrimonial.

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