Stellantis envía piezas por avión para evitar el colapso de buques en el Mar Rojo

Stellantis Vigo está llevando a cabo la instalación de paneles solares que le permitirán tener la mayor planta fotovoltaica en cubierta en España. Son 27.000 paneles que abarcan una superficie de 170.000 metros cuadrados.
photo_camera Stellantis Vigo está llevando a cabo la instalación de paneles solares que le permitirán tener la mayor planta fotovoltaica en cubierta en España. Son 27.000 paneles que abarcan una superficie de 170.000 metros cuadrados.
El grupo automovilístico, con planta en Vigo, evita por el momento parar la producción y el sector está en alerta 

La crisis en el mar Rojo -con ataques de los rebeldes hutíes a buques mercantes- está desatando una gran preocupación en el sector de la automoción de Galicia, donde su máximo exponente ya tomó cartas en el asunto. Stellantis, con planta en Vigo, está recurriendo a la vía aérea para el transporte de piezas que necesitan sus coches evitando así la vía marítima que está ocasionando retrasos y problemas con el suministro de componentes. La factoría de Balaídos por el momento no ha visto afectada su producción, si bien se mantiene en alerta, al igual que el resto de empresas del sector, por las consecuencias que pueda tener este conflicto si se perdura en el tiempo. 

 

 

Por lo pronto, hay varios fabricantes automovilísticos que ya han visto comprometida su actividad en Europa por la ruptura de la cadena de suministro. Tesla detendrá gran parte de su producción en la planta de Berlín desde el 29 de enero hasta el próximo 11 de febrero por la falta de baterías para los modelos eléctricos que comercializa en el continente europeo. La japonesa Suzuki para esta semana su factoría de Hungría por los retrasos en el envío de motores para sus vehículos y Volvo dejó de ensamblar coches en su centro de Gante (Bélgica) por la falta de cajas de cambios.

Stellantis está evitando paradas en la producción gestionando algunos fletes por avión, mientras que las empresas de transporte de contenedores están optando por rutas marítimas alternativas, bordeando el Cabo de Buena Esperanza (sur de África) en lugar de transitar el Canal de Suez, con un gran impacto: un retraso de la entrega de la carga de entre 10 y 15 días, gasto extra en combustible e incremento de los costes de envío. 

La crisis del mar de Rojo está golpeando duro al comercio mundial y agita los temores a una nueva crisis logística, que ya padeció la automoción con los microchips y otros componentes o el colapso portuario vivido en Europa tras la pandemia.

 La factoría de Stellantis Vigo se vio muy impactada por ambas situaciones, que le llevaron a tener que parar la producción en numerosas ocasiones por la falta de suministro de piezas. De hecho, la planta de Balaídos no pudo lograr el objetivo de producción de los 600.000 coches debido, en gran medida, a dichas paradas. Este año lo volverá a intentar tras finalizar 2023 con un nivel de 531.000 vehículos.

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