El número de defunciones ya duplica al de nacimientos en Vigo

En apenas 13 años, desde 2012 a 2024, Vigo pasó de un cierto equilibrio, y tener tantos nacimientos como defunciones, a duplicar las segundas, en un proceso que sigue avanzando: cada vez hay un mayor número de fallecidos anualmente debido al envejecimiento de la ciudad, mientras que los registros de nacimientos disminuyen sin parar.

Hace medio siglo, en 1975, era justamente al revés: ese año se dieron 1.694 defunciones y 5.257 nacimientos, en un momento de “baby boom” que llevó a Vigo crecer a una velocidad espectacular, que se había iniciado en la década anterior, en los años sesenta, con el desarrollismo acelerado que trajo como consecuencia la construcción de un barrio desde cero, Coia, para poder asentar a los miles de personas que apostaban por trabajar y residir en Vigo, que en ese tiempo se convirtió en la primera ciudad de Galicia, de eso hace ya 57 años.

Todo este proceso terminó con el final del siglo XX. En 2000, el saldo vegetativo positivo pasó a la historia y por vez primera desde que hay anotaciones oficiales fiables se equilibraron ambas cifras, con 2.357 nacimientos y 2.353 decesos. Y a partir de ahí, siempre hacia abajo. En 2024, se alcanzó el peor balance de la historia desde que hay registros, con solo 1.468 nacimientos anotados en el censo de Vigo y 3.034 defunciones, algo más del doble. Una tendencia que continúa en 2025, donde se espera otro balance igual de negativo. En lo que va de año, prácticamente terminado, han nacido en el hospital Álvaro Cunqueiro un total de 2.736 niños a una media de siete por jornada. Pero de todos ellos, menos de la mitad serán censados como vigueses por sus padres, unos 1.450 como máximo, mientras que la cifra de defunciones continuará creciendo. El pasado año, el área sanitaria de Vigo “produjo” un total de 2.786 bebés, pero de ellos 1.330 fueron empadronados en los otros 26 ayuntamientos del área sanitaria, ahora en empate con la “capital” metropolitana.

En los años setenta había más de 5.000 nacimientos; en los 80, se superaban sobradamente los 3.000 y desde 2018 ya no alcanzan ni siquiera los 2.000. En defunciones, en los 70 era unas 1.700. En los noventa, más de 2.000 y desde 2022 se superan las 3.000 al año. Es decir, que hay una visible aceleración de los dos fenómenos, tanto la disminución cada vez más rápida de partos como el incremento a mayor velocidad de las cifras de decesos. El resultado final es el dato que será refrendado en unos días: el doble de fallecidos que de nacimientos. Según los datos provisionales del INE, la suma de las áreas sanitarias de Vigo y Pontevedra es ahora mismo la provincia con peores datos de todo el norte de España, con un descenso del dos por ciento sobre el año anterior, que ya había sido el peor. La tendencia está muy consolidada y ni siquiera la llegada de inmigración extranjera la ha cambiado. El crecimiento natural de Vigo ya es cosa del siglo pasado y solo el saldo migratorio positivo evita que la ciudad pierde habitantes y que incluso gane algunos.

Galicia va mejor

La natalidad en la suma de las dos áreas sanitarias, Vigo y Pontevedra, baja en torno a un dos por ciento, pero el resto de Galicia parece alumbrar una mejoría en este aspecto clave. Las tres provincias suben, aunque no de la misma forma. Lugo, apenas un 0,8 por ciento, mientras que A Coruña roza el tres por ciento de incremento y Ourense incluso más, el 3,58 por ciento sobre el año anterior, que ya había sido positivo, una de las mayores subidas. Galicia crece casi un uno por ciento, después de años a la baja, algo mejor que Asturias, que se queda en un alza del 0,6 por ciento. En todo el norte de España, solo presentan porcentajes similares a Vigo-Pontevedra, Gerona, Tarragona y Navarra, que caen en torno a 1,5 por ciento. En España, destaca por comunidades autónomas Madrid, que crece al mismo nivel que Ourense, un 3,58.