La hora más crítica en Fin de Año: de 4 a 5 de la madrugada

La Policía Local es uno de los servicios esenciales que están al pie del cañón en los días más señalados de la Navidad, en un escenario mucho más complicado que en otras fechas porque hay más tráfico, reuniones familiares que no siempre acaban bien, mucha fiesta y otras circunstancias que pueden motivar una intervención.

Su objetivo es garantizar la seguridad de los ciudadanos y que la celebración transcurra con la mayor normalidad posible.

En Fin de Año explican que la noche empieza con un “tiempo muerto”, desde que se toman las uvas en casa hasta la una o la una y media de la madrugada cuando la gente empiezan a salir. La hora más complicada es entre las 4 y las 5 de madrugada, cuando la fiesta llega a su punto álgido. Es ahí cuando se detectan los accidentes de tráfico más graves, ocasionados muchas veces por el alcohol.

Esta Nochebuena fue “ajetreada” porque hubo agresiones, peleas, alcoholemias positivas y requerimientos ciudadanos por el ruido de fiestas a altas horas de la madrugada. Explican que se bebe más, con lo que la gente se desinhibe, y que en las reuniones familiares pueden surgir rencillas que se iban dejando pasar o se sacan temas de conversación controvertidos que terminan con discusiones acaloradas e incluso alguna agresión. No es la primera vez que la Policía se tiene que presentar en un domicilio para tratar de mediar, ante la llamada de vecinos que oyen gritos en la puerta de al lado.

Los agentes pasan días como la Nochebuena o Fin de Año de servicio, cada uno según el turno que le toque (trabajan seis días y descansan cuatro), dejan a la familia en casa, acostumbrados a que su profesión es así pero también quedan con la incertidumbre de si pasa algo. La Jefatura les ofrece unos pinchos a los que están de turno esos días para que la jornada sea más llevadera. “Tenemos un momento para estar con los compañeros, al final es como tu segunda familia, nos tenemos que proteger unos a otros y es una forma de hacer equipo”, explica el inspector de la Unidad de Protección Ciudadana de la Policía Local, José Enrique Comesaña.

Aumentan los hurtos en los centros comerciales

A pesar de las aglomeraciones que se producen en el centro de la ciudad durante las vacaciones navideñas, con miles de personas de la ciudad y de fuera que acuden a ver las luces, no se registran denuncias por la presencia de carteristas, al menos no más de lo que pudiera suceder el resto del año.

Sin embargo, desde la Policía Local reconocen que están aumentando las denuncias por hurtos en los centros comerciales, de personas que aprovechan para irse sin pagar y escabullirse entre la multitud.

Una recomendación

El inspector Jorge Enrique Comesaña señala que en estas fechas lo importante es que la gente lo intente pasar bien “con moderación” y sobre todo que si van a conducir no beban. “El alcohol no es compatible con la conducción, una distracción puede provocar un error que te puede pesar toda la vida, a ti y a tus familiares. Hay otras alternativas para desplazarse. Hemos visto accidentes muy graves en estas fechas".