Matamá abrió la temporada de citas gastronómicas con la cuarta edición de una fiesta dedicada al plato estrella del invierno

La lluvia dio algunos momentos de tregua ayer para despedir las fiestas de San Amaro en Matamá. La actividad comenzó ya por la mañana, con la actuación del grupo folklórico de la asociación Atlántida que hizo un recorrido por la vía principal de la parroquia. La actuación continuó en la carpa con una exhibición de bailes tradicionales.

Los sacerdotes que en la ermita de la parroquia canguesa de Aldán oficiaron ayer la misa solemne por San Amaro, por cierto en castellano tratándose de una romería tradicional, se refirieron a San Mauro, dando por hecho que son el mismo santo, cuando tal conclusión parece no estar del todo clara, de hecho el matrimonio formado por Natalia Martínez y Miguel Bastón, residentes en el lugar de Vilariño de la parroquia de Hío, bautizaron a su hijo, que el día 19 cumple un año, con el nombre de Amaro, asegurando que ahora mismo es el único del contorno que lleva el nombre del santo.

La primera romería del año se celebró ayer en Matamá. Los romeros sacaron a San Amaro en procesión pese al frío y la lluvia que fue remitiendo a lo largo de la mañana .

San Amaro, que llevaba 4 años encerrado en la ermita de la parroquia canguesa de Aldán debido a que el 15 de enero llovía, junto a Santa Mariña pudo ayer airearse con gusto por el hermoso atrio de 'carballos' y algún eucalipto, además de presenciar la tradicional quema del muñeco articulado, antes de regresar al altar y dejar que los fieles pasaran los pañuelos por su imagen para curar o evitar el reuma, en lo cual es realmente 'milagreiro', al igual que la fuente situada en las inmediaciones, asegura el presidente de la Comisión de Fiestas, Albino Herbello Millán.