En el área sanitaria viguesa viven unas 66.000 personas mayores de 75 años, muchos de los cuales sufren una “soledad no deseada” y esta situación tiene un impacto directo en su salud. Es “un problema silencioso” que preocupa a las autoridades. Vigo acaba de dar un paso más, con un proyecto que intentará conocer mejor la situación de estos mayores, además de proponer medidas para combatirla y promover en su lugar un envejecimiento saludable.
La iniciativa está liderada por el servicio de Trabajo Social del área sanitaria de Vigo, en cuyas consultas se encuentran a menudo con esta casuística, pero se implicaron sociedades científicas como la Sociedade Galega de Xeriatría e Xerontoloxía, la Universidad de Vigo y distintos profesionales de Atención Primaria. Para comenzar a trabajar, ayer se firmó un convenio entre el gerente del área sanitaria de Vigo, Javier Puente, el rector de la UVigo, Manuel Reigosa, y el gerente de la mencionada sociedad científica, José María Failde, que es también profesor de la Facultad de Educación e Traballo Social.
El objetivo es poner sobre la mesa mecanismos para la detección, prevención y tratamiento de la soledad no deseada, y para ello se planificarán distintas actuaciones y se establecerá un protocolo de cooperación entre las distintas instituciones. No es un problema que dependa solo de la sanidad o solo de los servicios sociales, sino de ambos, y además requiere del asesoramiento de expertos, tanto universitarios como del mundo de la geriatría. En el caso de la UVigo y de la Sociedade Galega de Xerontoloxía e Xeriatría se espera que ayuden a identificar los factores de riesgo, las causas de la soledad no deseada y los factores vinculados al envejecimiento saludable y la longevidad. También prestarán asesoramiento técnico a la hora de analizar los datos.
