El primer fin de semana de julio ha completado la totalidad de la capacidad máxima del Parque Nacional en las Cíes y el próximo va a ocurrir lo mismo, ya que el sábado 8 está lleno y para el domingo 9 solo quedaban ayer media docena de plazas libres. No se trata de algo extraño: el año pasado julio se completó durante la mayor parte de los días y agosto hizo un pleno, con 1.800 personas cada día como excursionistas, más al menos 500 campistas y 200 más en grupos, además de los fondeos.
Todo ello, con el añadido de que la temporada baja funciona cada vez mejor, permitió que pese a las limitaciones de aforo se batiera en 2022 el récord histórico de visitantes, con 320.000 en las Cíes. Una cifras espectacular que en 2023 podría igualarse o incluso superarse, a poco que el tiempo ayude. Prueba de cómo van las cosas en este destino verde tan consolidado es que todas las plazas del cámping para tiendas ya montadas con camas, una modalidad en auge, están ya reservadas para julio y agosto y no hay posibilidades de conseguir una plaza libre.
El tirón de las islas viguesas no hace sino crecer y las expectativas del Parque Nacional pasan por mantener los buenos resultados y evitar aglomeraciones con el sistema de reservas en temporada alta. Ayer, un helicóptero del Sergas tuvo que evacuar a un hospital de Vigo a un visitante que mostraba síntomas preocupantes de convulsiones y mareos.
