Los problemas de sueño de los vigueses

El insomnio se multiplica y hay casos que esconden ansiedad

El neurofisiólogo clínico Emilio Rodríguez Sáez tiene una clínica en Vigo.
photo_camera El neurofisiólogo clínico Emilio Rodríguez Sáez tiene una clínica en Vigo.
Los expertos consideran que son pacientes “difíciles” que suelen buscar una solución mágica con una pastilla, pero la solución es más compleja y debe buscar la causa

Los problemas de insomnio están aumentando de forma considerable en los últimos meses. Los expertos consideran que entre un 25% y un 50% de la población puede padecer algún tipo de insomnio. Es un trastorno del sueño que puede ser pasajero pero que cuando pasa de las dos semanas se considera cronificado.

El neurofisiólogo clínico Emilio Rodríguez Sáez explica que detrás del insomnio se esconden muchas veces problemas de ansiedad y depresión, dos patologías de salud mental que crecieron de forma notable a raíz de la pandemia. 

Emilio Rodríguez asegura que ese aumento de casos  no se debe solo al covid sino a todo lo que vino después, con los problemas económicos, la inestabilidad social, la falta de perspectivas de futuro y el continuo bombardeo de noticias negativas, la última de ellas sobre las consecuencias del devastador terremoto de Turquía y Siria.

El paciente acude a la unidad del sueño cuando duerme mal o se levanta muy cansado, pero no suele identificar el origen de lo que le está sucediendo. En la unidad del sueño tratan de buscar la causa y cuentan para ello con el apoyo de otros profesionales, como una psiquiatra y una psicóloga, que ofrecen también terapia cognitivo-conductual. “El enfermo de insomnio es un enfermo difícil. No todos cumplen los objetivos terapéuticos que les damos y hay abandonos porque quieren algo milagroso, como les digo yo, quieren que les pongas una mano en la cabeza y se curen”. Asegura que hay pacientes que solo buscan una pastilla para dormir, pero no se trata el problema que origina el insomnio y esto hace que se cronifique". 

Además de la terapia psicológica, los tratamientos también incluyen el uso de fármacos, cada uno adaptado a las necesidades del paciente ("no vale para todos el mismo"), unas instrucciones básicas y un contacto con el terapeuta.

El experto explica que hay tres círculos entrelazados que influyen a la hora de padecer insomnio. El primero sería la propia genética del paciente, cómo duerme. Un segundo círculo que rodea a este primero de la genética es la personalidad, su reacción ante problemas externos, sobre todo si se trata de una persona muy ansiosa, excesivamente preocupada y reactiva. El tercer círculo que bordea a los dos primeros se refiere a los problemas cotidianos, a la situación social y económica.

 Preguntado por las fases del sueño, cita en primer lugar el sueño profundo ("el sueño de verdad"), que produce ondas eléctricas lentas en el cerebro, aparece en las primeras horas de la noche y un poco al final, y ocupa un 25% o un 30% del tiempo. Le sigue el sueño REM que ocupa otro 25% y es en el que se producen sueños y pesadillas.

 ¿Por qué algunas personas recuerdan lo que sueñan? Solo es posible si se despiertan inmediatamente después del sueño REM, porque es una fase que "impide que se acumule en la memoria lo que estamos viviendo en el sueño”.

En cuanto al sueño profundo o lento es la fase en la que pueden aparecer situaciones de sonambulismo o terrores  nocturnos. Esta parte del sueño es la que suele reducirse en personas mayores.

Arantxa García:  “Es muy importante mantener una buena higiene del sueño”

La neurofisióloga Arantxa García señala que el insomnio y la apnea del sueño son las dos patologías más frencuentes de la unidad del sueño del Hospital Ribera Povisa.

En cuanto al insomnio explica que el perfil mayoritario son mujeres en la edad media de la vida y que ven tres tipos de casos. El insomnio inicial, que es el más frecuente, tiene que ver con la dificultad para conciliar el sueño, para quedarse dormido. Además, hay otro tipo en el que se producen despertares frecuentes a lo largo de la noche y, en tercer lugar, un insomnio que permite dormir más o menos bien durante toda la noche pero el paciente se despierta temprano.

La experta recuerda que es importante mantener una buena higiene de sueño. Consiste en acostarse siempre a la misma hora, evitar fármacos, bebidas o estimulantes del sistema nervioso central antes de acostarse. Tampoco se recomienda una cena copiosa o hacer ejercicio vigoroso tres o cuatro horas antes de acostarse, además de minimizar el ruido, la luz y las temperaturas extremas en la habitación donde se duerme y no permanecer en cama si ya no estás durmiendo.

Las consecuencias de dormir mal pueden ser trastornos psicológicos (aunque también puede ser a la inversa, problemas psicológicos que ocasionan insomnio). Produce también dificultades de concentración al día siguiente, un menor rendimiento, una somnolencia excesiva, cansancio, cuesta más memorizar cosas y la persona está un poco desorientada. Todo esto puede conllevar un mayor riesgo de accidentes de tráfico y accidentes laborales. Además, el insomnio puede cambiar el carácter y provocar una mayor irritabilidad.

Subraya también que para tratar el insomnio es necesario buscar las causas que lo provocan y reconoce que a raíz de la pandemia aumentó el número de personas que lo padecen.

Rodríguez Sáez: "No es buena idea estudiar por la noche”

La unidad del sueño que gestiona Rodríguez Sáez detectó un repunte de casos de gente joven, con trastornos del ritmo circadiano del sueño porque estudian de noche y se acaba generando una ruptura de la biogeneración del sueño. “Son personas que se acuestan muy tarde, pero que al cabo del tiempo tampoco pueden dormir por la mañana porque el mecanismo del sueño se ha dañado y eso no lo van a recuperar fácilmente.Hay que trabajarlo”.

El experto afirma que es “una falacia” decir que se estudia mejor por la noche, una idea muy extendida entre estudiantes de instituto o universitarios, porque aunque es cierto que durante el día hay más estímulos externos que distraen, el hecho es que hacerlo en horas nocturnas genera problemas. “Nuestro sistema nervioso está pensado para trabajar durante el día y descansar durante la noche". Añade un dato curioso sobre esa ruptura del ritmo vigilia-sueño: “Esto lo rompió el señor Edison al inventar la lámpara eléctrica, cambió el mundo pero también cambió el sueño porque nos hicieron trabajar de noche. Ahora estamos durmiendo dos horas menos que en el siglo XIX y esto en un país como España donde dormimos mal es una catástrofe”.

Por otro lado, señala que no se trata solo de dormir las ocho horas por término medio que se recomienda, sino de la calidad del sueño. “Hay mucho insomne que está mucho tiempo en cama pero no duerme”.

 

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