Un viaje a Cies en otoño nada tiene que ver con la imagen icónica de Cíes de la temporada de verano, finalizada hace poco más de quince días. Ventajas: que ayer había menos de 200 personas paseando en silencio frente a las casi 3.000 de los días de lleno de julio y agosto, entre excursionistas y campistas, donde los recorridos por el interior se hacen con guías que explican lo mucho que hay que conocer más allá del interés estival por las playas. Y el riesgo cero de insolación del sol de octubre, frente al cruel astro veraniego, que combinado con la arena y el mar provoca graves problemas al turismo despistado por las neblinas. Desventajas: que la travesía no tiene nada de tranquila, con la Ría picada y olas que mecen el barco hasta el límite del mareo. Y que hay que llevar paraguas y no solo por la lluvia, también por el viento y el mar que entra con fuerza en toda la isla, sobre todo al cruzar el dique de piedra que une Monteagudo con Faro: se advertía a los visitantes que se cerraría de 13 a 15,30 por peligro de oleaje, aunque a la hora reseñada continuaba abierto. El primer sábado de octubre, la naviera Mar de Ons continuaba con los viajes y así seguirá mientras el tiempo aguante y el interés se mantenga por un destino consolidado en toda España y en auge. Este sábado fue un buen día para la empresa marítima, que recogía unas 150 personas en su salida a las 10,45, con lluvia en el puerto de Vigo y mejor tiempo en la llegada, donde personal del Parque acompaña a los visitantes a realizar un rápido recorrido.
Más Cíes en el Parque
Hay que destacar que el peso de Cíes en el Parque Nacional creció más que nunca durante este año, a tenor de los datos de la Consellería de Medio Ambiente. Según las cifras contabilizadas entre el 15 de mayo y el 15 de septiembre, la suma de visitantes a todas las islas ascendió a 417.000 personas, de las que 262.552 viajaron a Cíes. Es decir, el 65 por ciento del total. Por tanto, algo más de dos de cada tres viajeros al Parque Nacional realizaron una gira por las islas viguesas, que siguen incrementando su peso sobre el conjunto. Cíes dispone de todo a favor: transportes público desde Vigo, Cangas y Baiona y su condición de destino turístico consolidado, uno de los más famosos en Galicia tras la Catedral de Santiago y a la altura de Praia Catedrais en la Mariña de Lugo y el monte Santa Trega, en A guarda. Detrás Ons, que igualmente cuenta con navieras con con salidas desde Bueu, Ribeira e incluso de Vigo, y que se sitúa en torno a 110.000 visitantes, la mitad que Cíes, un dato que parece haberse estabilizado.
Las cifras de 2021 suponen un incremento del 30 por ciento sobre las cifras del pasado año y uno de las mejores datos de toda la historia de las islas viguesas. El pasado año fueron 310.000 los visitantes al Parque, de los que 204.402, casi dos tercios exactos, se apuntaron a las islas viguesas.
“Dicen que el agua está helada”
¿Procedencia del turismo en la temporada baja? Sobre todo turismo nacional, de fuera de Galicia, también del extranjero como se podía percibir por los acentos y por los registros de las navieras. Por ejemplo Carmen y Almudena llegaron desde Almería para vacacionar con un recorrido por Galicia que incluía Coruña, Santiago y las Cíes, claro. De las islas habían oído hablar y visto imágenes por Instagram que les llevaron a hacer un corto recorrido incluso bajo la lluvia. Tras finalizar la corta visita reconocían que se quedaron con ganas de volver en verano para ver cómo son cuando las playas se llenan. No como ayer, con Rodas, Figueiras, Carracido y A Nosa Señora vacías, como el cámping y los caminos que conducen a los lugares clásicos, los faros, el cementerio o el monasterio, todos ellos apenas ocupados. “Nos han dicho que el agua está helada”, contaban tras pasar dos horas sobre las Cíes. Otros grupos de visitantes optaron por seguir con los guías a hacer las dos rutas ofertadas, ambas de forma gratuita: la del faro o el Alto del Príncipe, que suele ser la más demandada.
