Yolanda Lesmes, gerenta de la Universidad de Vigo

"Los fondos europeos dejarán muchas infraestructuras para seguir creciendo"

Yolanda Lesmes asumió el cargo de gerenta a mediados de 2022.
photo_camera Yolanda Lesmes asumió el cargo de gerenta a mediados de 2022.

Yolanda Lesmes llegó hace medio año a la Universidad de Vigo para ser la primera gerenta encargada de elaborar los presupuestos –el último cambio de estatutos así lo designa–, a los que la institución dio luz verde definitiva el pasado miércoles en el pleno del Consello Social.

Llegó  con la responsabilidad de elaborar los presupuestos más ambiciosos de la UVigo. ¿Cómo se tomó este nombramiento?

Con mucha responsabilidad. Para mí venir a la Universidad de Vigo, a nivel personal, ha sido una gran satisfacción porque yo soy viguesa y trabajar para una entidad como esta supone una gran satisfacción y un gran reto y abordar los presupuestos por primera vez desde la gerencia lo viví con una responsabilidad intensa, pero con mucho ahínco e interés para poder sacarlos.

¿Cómo han sido estos primeros meses?

Interesantes, porque han ido más allá de una toma de contacto, había cosas que estaban pendientes de ejecución al incorporarme a mitad de año y constituir nuevo equipo de gobierno. Se demoró un poco porque hasta septiembre no estuvo completamente formado el equipo de la gerencia, pero con la colaboración de los vicegerentes y del personal de la universidad hemos podido sacar adelante al menos los objetivos que estaban planteados como los presupuestos, las convocatorias de las ofertas de consolidación de empleo y hacer efectiva la funcionarización del personal laboral.

¿Cómo ayudó  su experiencia previa tanto en el Sergas como en el Ayuntamiento de Vigo a desempeñar el cargo de gerenta?

Yo siempre estuve centrada en cuestiones de personal. Eso te da una perspectiva de las organizaciones de forma interna que va contribuyendo a engordar el currículum visto desde el punto de vista de la experiencia. Esa trayectoria es la que me facilita hoy estar aquí y abordar con una visión general la universidad desde otro punto de vista, porque es una organización absolutamente diferente. Para mí la materia presupuestaria es también  en ese sentido, pero yo creo que al no haber salido del sector público hay un nudo común que lo facilita.

Con el presupuesto para 2023 ya aprobado, ¿cuáles diría que son las claves de estas cuentas?

Primero de todo, es el mayor presupuesto de la historia de la UVigo y muy ambicioso que da una visión del volumen de la institución. Como claves, yo hablaría de dos ejes fundamentales. El primero, el plan de financiación del Sistema Universitario Gallego. Parte de unas bases realistas y está orientado hacia la sostenibilidad y eso es lo que nos permite asentarnos y crecer. Luego hay otra parte muy importante, que es el esfuerzo que la universidad hace por captar fondos más allá de la financiación autonómica. Concurre a convocatorias, obtiene recursos y se va consolidando en los distintos ámbitos de su actuación.

¿Qué margen tiene la UVigo para seguir creciendo en el futuro teniendo en cuenta que los fondos Next Generation no se prolongarán en el tiempo?

Los fondos Next Generation ayudan en dos líneas: personal e infraestructuras para el desarrollo de actividades de investigación. Estas últimas quedan y es una parte muy importante del destino de estos fondos. En la medida que se dispongan de infraestructuras se puede consolidar la actividad, y al consolidarse, la financiación también crece. No nos van a financiar actividad estructural, pero sí que nos van a dejar sentadas las bases para seguir creciendo.

¿Qué infraestructuras concretas se quieren potenciar con estos fondos europeos?

Algunas están dotadas a la adquisición de equipamientos de alta tecnología como un espectrómetro o el barco oceanográfico para desarrollar investigaciones en el campo de las ciencias marinas. Luego está la digitalización de la gestión académica, que es algo muy importante por lo que hay que apostar si queremos que la universidad compita en servicios. También está la redacción del proyecto de la ETEA, que está pendiente de elaborar; el proyecto de comunicación cuántica o el de 5G. Se ha apostado por infraestructuras que quedarán en la institución para que sea posible el desarrollo de la actividad académica en un entorno de modernidad.

Otra de sus responsabilidades es la negociación colectiva del PAS. ¿Cómo de avanzado ve este frente de cara al año que viene?

Avanzado no está porque hay que empezar con ello. Nosotros nos proponemos primero hacer un análisis de cargas de trabajo y de qué estructura tiene que tener la universidad de cara al futuro y después elaborar esa relación de puestos de trabajo con esas claves: orientación al servicio, adecuación hacia el futuro de la universidad y análisis de la carga y distribución de los puestos de trabajo. También buscamos la mayor profesionalización, por supuesto.

¿Qué plazos maneja para la consolidación de las 142 plazas de empleo público pendientes?

En principio, nosotros tenemos hasta final de 2024 para acabar con los procesos selectivos. Nuestra intención es no alargarlo, que el personal pudiese consolidarse hacia finales de 2023 o principios de 2024. Tenemos que hacerlo con distintas frecuencias porque la oferta va en dos tiempos: un concurso de méritos y un concurso-oposición.

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