UNIVERSIDAD

Las extranjeras tienen salarios un 25% inferiores a la economía

Coral del Río, Amaia Palencia y Olga Alonso, enuna reunión de trabajo.
photo_camera Coral del Río, Amaia Palencia y Olga Alonso, enuna reunión de trabajo.
La UVigo estudió las desigualdades del mercado laboral y la situación de las personas LGTB
Con el objetivo de comprender los orígenes e identificar las consecuencias de la desigualdad y de la exclusión social echó a andar en diciembre de 2016 un proyecto del Plan Nacional de I+D+i en el que participaron, como miembros del equipo o como colaboradores externos, cuatro investigadoras e investigadores de la Universidad de Vigo. Coral del Río, Olga Alonso, Carlos  Gradín y Amaia Palencia, del grupo Ecosot, junto con especialistas de las universidades de Alcalá, Autónoma de Barcelona, Complutense de Madrid y Rey Juan Carlos, coordinaron un  subproyecto centrado en las desigualdades económicas en el mercado de trabajo, analizando y cuantificando la segregación ocupacional. Finalizado el período de tres años de duración de este estudio, se están dando a conocer los resultados de las diferentes líneas de investigación, entre ellas, las desarrolladas por el equipo vigués. 
Los docentes de la UVigo, que forman parte de la agrupación estratégica  Ecobas, se centraron, por una parte, en evaluar la situación de las personas LGTB en el mercado de trabajo de EEUU; por otra, en realizar un análisis comparativo en Europa de la segregación ocupacional de la población inmigrante y nativa, y como tercera pata, en desarrollar un concepto nuevo, que denominan pérdida de bienestar que la sociedad experimenta debido a la segregación, ofreciendo índices que permiten cuantificarlo.
Una de las conclusiones más destacadas en cuanto a la población inmigrante en España es que el 50% de las mujeres de nacionalidad extranjera tendría que mudar de ocupación para estar  equilibradamente representadas en todas las ocupaciones del mercado laboral. En el caso de los trabajadores extranjeros esta cifra alcanza a uno de cada tres. “Según nuestros cálculos, y de acuerdo con la información disponible en las encuestas oficiales de mercado de trabajo (lo que supone una estimación conservadora), el salario medio de las mujeres extranjeras era un 25% inferior al de la economía en su conjunto, y un 80% de esa diferencia vendría explicada por la elevada concentración de su empleo en ocupaciones de bajos salarios (principalmente empleo doméstico)”, explica Coral del Río. Los hombres presentan una situación algo mejor, “pero igualmente  gravosa, al tener un salario medio un 17% inferior al promedio, siendo su segregación ocupacional responsable de casi el 70% de esa diferencia”, añade.
Al amparo de este proyecto y en el marco de su tesis de doctorado, Amaia Palencia desarrolló un estudio comparativo de la situación de la población inmigrante en diferentes países europeos. Sus resultados muestran que la población inmigrante están menos segregada en Reino Unido, Holanda, Irlanda y Suiza, mientras que Italia, Grecia,  Chipre y Hungría presentan los mayores niveles de segregación. De hecho, los países del sur, incluyendo a España, muestran “un patrón de empleo particular: los hogares emplean una gran cantidad de mujeres inmigrantes y crean un régimen de cuidados que se vino a denominar en la literatura, ‘una inmigrante en la familia’, régimen que es prácticamente inexistente en el resto de los países europeos”, recuerda Palencia. Los resultados del estudio también reflejan una situación muy desigual entre los países del norte del continente, ya que la segregación de la población inmigrante es baja en Suecia, pero Dinamarca y Finlandia presentan niveles bastante elevados. Los países del este se caracterizan por tener una muy baja proporción de inmigrantes en su mercado laboral, lo que obligó a restringir el estudio a solo dos de estos países: Hungría y República Checa. En ambos casos, y a pesar de esto, “la segregación resultó ser de las  más altas dentro de los países europeos”.n
 

Te puede interesar