fórmula 1

Hamilton, al mando y Alonso no acabó

Fernando Alonso tuvo una buena salida y llegó a rodar en la séptima plaza, pero poco a poco fue perdiendo puestos y acabó abandonando por un problema técnico.
photo_camera Fernando Alonso tuvo una buena salida y llegó a rodar en la séptima plaza, pero poco a poco fue perdiendo puestos y acabó abandonando por un problema técnico.
Carlos Sainz fue octavo en el Gran Premio de Baréin, que ejerció de estreno de un Mundial que empieza como acabó el anterior
Hamilton es mucho Hamilton. Incluso con un Mercedes hoy por hoy inferior al Red Bull, el siete veces campeón mundial fue capaz de aliarse con la estrategia y la sangre fría para resistir al ímpetu del neerlandés Max Verstappen, sobreponerse a sus ataques y ganar. El futuro tendrá que esperar.  Con un cambio de neumáticos temprano, en la vuelta 14, que le puso por delante del 'poleman' neerlandés, y resistiendo el acoso del Red Bull en los giros finales, donde incluso llegó a perder el primer puesto, pero los jueces de carrera indicaron que le había adelantado por fuera, por lo que Hamilton recuperó el primer lugar para obtener la victoria número 96 de su carrera.
El otro gran protagonista de la jornada, el piloto español Fernando Alonso (Alpine), volvió a competir en la Fórmula 1 tras dos años de ausencia, pero tuvo que retirarse en la vuelta 34 debido a unos problemas en los frenos de su monoplaza. Una pena para el asturiano, que fue protagonista desde el arranque, ya que atacó desde la salida y superó en el inicio a Carlos Sainz. Llegó a estar en una cómoda séptima posición, siendo el primero en realizar una parada, en la vuelta 12, para poner neumáticos medios. 
Vettel, Alonso y Sainz se enzarzaban en una bonita lucha que acababa con el madrileño superando a los dos campeones del mundo para ponerse octavo, puesto en el que acabó la carrera. Hasta que el asturiano vio cómo su retorno a la Fórmula 1 se acababa antes de lo esperado: en la vuelta 33 el equipo Alpine le transmitía que los problemas en sus frenos traseros hacían inseguro su monoplaza y en la 34 llevaba el coche a los talleres de forma definitiva. Ya había perdido buena parte de la competitividad anterior: iba decimocuarto.
En la vuelta 40, Verstappen puso el neumático duro. Salió por detrás de Hamilton, a 8,5 segundos. Tres vueltas después, había recortado ya tres segundos al heptacampeón mundial. En la vuelta 49, Hamilton ya tenía al neerlandés en su cogote: a 2,1 segundos. "Déjamelo a mí", le decía por la radio el siete veces campeón mundial al ingeniero de Mercedes. Los nervios le jugaban malas pasadas al británico, que se salía de pista en la vuelta 51 pero recuperaba la posición rápido. 
El ataque final de Verstappen llegó una vuelta después: Hamilton protegió bien su coche primero, pero finalmente se impuso el Red Bull. Sin embargo, pocas curvas después Verstappen dejaba pasar al Mercedes, ya que desde los talleres le alertaban de que los comisarios les habían hecho notar que había adelantado por fuera de la pista.  Ya no quedaba tiempo para volverlo a intentar, y un exultante Hamilton se coronaba en Baréin. "No somos los más rápidos, pero hemos logrado la victoria", dijon.

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