El verano es la época idónea de disfrutar del buen tiempo, la playa, familia y amigos. En esta temporada, es habitual coger el coche para ir a la playa (bien en viajes cortos o largos) y, como es habitual, una de las prendas de ropa que se incorpora en nuestro día a día son las chanclas. Frete a esto, siempre surge la misma duda, ¿puedo conducir con chanclas? ¿conlleva este acto algún tipo de multa? Aquí te despejamos todas las dudas.
El dilema, ¿Puedo o no conducir con chanclas?
En España no hay ninguna ley como tal que prohíba conducir con chanclas. Pero si vas a hacerlo debes estar seguro de que esto no va a poner en peligro la conducción, pues cualquier movimiento indebido de este calzado podría suponer un accidente.
Lo que dice la ley sobre conducir con chanclas
Como ya se ha mencionado, no existe ninguna ley que prohíba conducir con chanclas, pero, el artículo 3.1 del Reglamento General de Circulación establece que “el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción”. Esto significa que si el uso de chanclas afecta alguno de estos aspectos, se puede considerar una infracción y dar lugar a una multa.
A su vez, el artículo 18.1 establece la obligación del conductor de mantener su libertad de movimientos, un campo de visión adecuado y una atención permanente a la conducción. Conducir con calzado inadecuado, por ejemplo, puede afectar la libertad de movimientos y el control del vehículo, comprometiendo la atención necesaria para una conducción segura.
Los peligros de conducir con chanclas y alternativas seguras
Entre los peligros más comunes puede estar el que este tipo de calzado se salga del pie con facilidad, llegando a provocar un accidente si se queda enganchado en alguno de los pedales del vehículo. También, si las chanclas son de plástico, es más fácil que sude el pie y dificulte la movilidad de los mismos y afecte a la conducción, sin ser esta del todo eficiente.
Lo más recomendable, de cara a esta época del año, es cambiar las chanclas por sandalias con hebillas o velcros que se fijen a los pies. Un calzado en el que los pies están al aire pero garantizando siempre la seguridad al volante.
En caso de no ser fan de este calzado, lo ideal es utilizar zapatos cerrados como el deportivo.
