Flavio Calafell dirigirá esta tarde en Teruel a un renovado Vigo Voleibol que inicia una nueva campaña en la Superliga, una competición que se quedó con sólo nueve equipos.
Primer partido ante uno de los favoritos al título, ¿se ven con opciones?
Será un partido realmente complicado en el que intentaremos mostrar nuestro mejor nivel. El Teruel es un equipo en formación, con muchos jugadores nuevos, pero nosotros también. En ese punto, estamos igualados. Si lo hacemos bien, ya veremos que sucede.
Muchos cambios en la plantilla, ¿Hasta dónde puede llegar el equipo?
Hay que verlo en el día a día. La campaña pasada comenzamos muy bien y obtuvimos un colchón de puntos en la primera vuelta que nos permitió jugar la Copa del Rey y salvarnos al final de temporada. Ahora nos enfrentamos a dos rivales complicados y hay que jugar. Si no tenemos resultados positivos, hay que plantarse en la tercera jornada y comenzar a sumar. Si nos metemos en la Copa del Rey, bien; si durante el año nos convertimos en protagonistas de la competión, pues sería maravilloso. Pero, lo que no podemos hacer, es vender la piel del oso antes de cazarlo.
Esto cambia año tras año y no cambia a mejor. Puedo quedar como un poco tremendista, pero es que la realidad es así. Parece que estamos en un programa de supervivencia. Hasta el año pasado había una competición de doce equipos, ahora faltan tres y somos nueve. Uno se retiró una semana antes de empezar. Son malos síntomas. Mi función es la de entrenar, pero creo que los dirigentes hace tiempo que hacen el tonto o no quieren darse cuenta de los problemas. Me refiero a la Federación. A partir de ahí, te metes en el plano personal. A nosotros nos pasa lo mismo. Una plantilla tiene que tener doce jugadores y nosotros somos nueve. Tienes que dosificar a la gente y repartir las cargas para que nadie se lesione. Para competir hay que ser inteligente y no equivocarse. Cada temporada la cosa va a peor. Nosotros tenemos ilusión por competir y seguir en nuestro deporte, pero soy consciente de que estamos en un momento crítico para el voleibol español.
Si tiene dos lesionados, se queda sin equipo...
Está claro. Seis juegan, más uno que es el líbero, siete. Con un colocador suplente somos ocho. Me queda un jugador que hace un poco de todo. Si me falta uno, casi me quedo sin efectivos. Suena tremendista, pero es la realidad. Es algo que me agobia. Por el momento no hay problemas, pero esto no empezó y hay que llegar hasta marzo. Extremo las medidas para que no pase nada, pero será difícil terminar la campaña sin lesiones porque hay que entrenar y competir. Sería una fortuna si los nueve con los que empezamos terminan sin problemas.
¿Qué sensaciones le dejó el equipo en la pretemporada?
Los jugadores que están tienen un buen nivel. No lo vamos a esconder. Son un grupo interesante y que pueden hacer muy bien las cosas. Los síntomas durante la pretemporada fueron interesantes y podemos dar un salto de calidad, pero estamos condicionados por el número.
¿Qué significa el regreso de Kike de la Fuente?
Es bueno tener a un jugador del nivel de Kike en tu equipo y, sobre todo, que no lo tenga el rival. También tenemos que tener claro que esto es un deporte de equipo y claro que nos va ayudar, y mucho, pero todos tienen que estar a la altura.
