Catedrático vigués e Ingeniero del Año en Galicia

“hay que investigar para producir riqueza y que no lo haga otro, si no es tirar el dinero”

Fernando Pérez-González, ayer en la sede de Gradiant.
Fernando Pérez-González (Vigo, 1967) recibió ayer el premio Ingeniero del Año en la Noite Galega das Telecomunicacións e da Sociedade da Información, celebrada en A Toxa con la participación de 300 personas y organizada desde hace 16 años por el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación gallego. Es catedrático del departamento de Teoría de la Señal de la Universidad de Vigo, director de Gradiant (el Centro tecnológico de las Telecomunicaciones de Galicia) y es el director de la Cátedra Príncipe de Asturias en la University of New Mexico, un cargo que le obliga a residir la mitad del año, de agosto a diciembre, en la ciudad estadounidense de Albuquerque. Actualmente, existen tres cátedras Príncipe de Asturias en el mundo: la de Nue
En su carrera ha recibido varios premios a la innovación y al emprendimiento empresarial, ¿cómo acoge este premio que le otorgan los colegas?
Con sorpresa y satisfacción, en otros premios más académicos o de investigación siempre te evalúa alguien externo y no tan cercano como tus propios colegas.

Creo que estas cosas hay que recogerlas en persona y aprovecharé para hacer algunas cosas ya que estoy aquí (4 días), aunque con el skype nos arreglamos muy bien.

Al margen de componente de escaparate que pueda tener, con la presencia de políticos relevantes (este año el presidente de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, Bernardo Lorenzo) y con estos premios, también es una ocasión para que los colegas se reúnan y se vean una vez al año, mi experiencia es que viene gente de todas partes, que están trabajando en otros lugares de España.

Usted hace vida en dos continentes desde hace tres años, ¿qué hace el director de Gradiant en Albuquerque?
Soy el titular de la Cátedra Príncipe de Asturias en Tecnologías de la Información, el nombre es más enrevesado pero así se entiende. Es una cátedra dotada por la Fundación Iberdrola que se creó en 2000.

¿Cómo lleva esa doble vida?

Yo lo llevo muy bien, por supuesto tiene un coste, un cierto desgaste. Esas ocho horas de diferencia horaria implican organizarse de una forma determinada. Me voy con toda la familia y es una experiencia fantástica para ellos y también para mí, para trabajar en temas nuevos, tiene una parte de investigación y una parte de docencia. La Cátedra viene acompañada de una beca para estudiantes españoles que vienen allí a hacer la tesis conmigo y doy un curso de posgrado que traducido se llama algo así como Ciencia forense de la información y seguridad.

Se trata de determinar de qué forma se ha manipulado una imagen y que esto se pueda saber automáticamente, por ejemplo si compras una foto querrás saber si te están dando lo que te dicen, si esa foto ha sido comprimida o no porque pierde calidad. En los últimos cinco años se está trabajando mucho en este tema y se han desarrollado herramientas muy específicas para determinada manipulación, pero detrás no hay una teoría, una explicación de por qué pasan esas cosas. Creemos que se puede generar una teoría, modelar todo bien y llegar donde la intuición no llega.

¿Cree que afectará la crisis al sector y a la investigación?

Dentro de lo que cabe nuestro sector es de los que menos mal lo está pasando, pero la crisis está siendo tan duradera que al final está llegando. Hasta el año pasado seguía en crecimiento, este año se nota un poco la crisis. El sector TIC ya lo pasó mal cuando estalló la burbuja de las punto com en los 2000, había empresas que eran humo y merecían caer y otras que se vieron afectadas por esa dinámica. Parte de la robustez del sector se debe a que en ese momento se hizo una cierta reconversión, la perspectiva es que sí va a haber crisis, y desde el punto de vista de la investigación también acabará llegando porque desgraciadamente la cultura que tenemos es la de prescindir de la investigación (que es la que te podría sacar de ahí) cuando tenemos que cuadrar el balance.

¿Se puede perder una generación de investigadores?
No quiero ser tan catastrofista, puede haber una parte buena de todo esto, no debe valer todo. Hay que hacer una investigación más aplicada, generar propiedad intelectual y vender eso en algún momento aunque lleve diez años. Hay que producir riqueza porque si no es tirar el dinero y al final una empresa americana o japonesa lo ve publicado y lo convierte en producto, eso no se debe hacer.

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