La empresa consignataria Pérez y Cía cumple 170 años en el mercado, vinculados a la logística y actividad marítima, una empresa de primer nivel, la número 1 de España. El vigués Ramiro Cobo es su director general desde hace cuatro años. Antes estuvo al frente de la delegación en Vigo y también de la terminal de cruceros.
¿Cómo está el mundo marítimo, antes visto desde Vigo ahora desde Madrid?
Realmente vivimos una época convulsa, es complicado. En los últimos días, hubo circunstancias en el Canal de Suez, ese es un elemento disruptivo para nuestra actividad, porque supone que un volumen significativo de los tráficos están optando por una vía mucho más larga, rodeando Sudráfica, con el incremento de costes que supone.
¿Cuál es el papel esencial de las consignatarias?
Como consignataria somos el representante del buque y el armador en el puerto. Al final nuestra función es prestar todos los servicios que nos requieran durante su estancia en puerto el buque.
¿Qué tal el cambio de Vigo a Madrid, qué visión le dio?
Bien, es otra perspectiva, otro ámbito de responsabilidad, y una serie de ventajas de estar cerca, la conectividad de Madrid, que facilita todo.
Durante muchos años, usted estuvo en Vigo además de al frente de la consignataria Pérez y Cía, también como director de la terminal de cruceros. Este año ha sido bueno para Vigo, pero ha quedado lejos de Coruña.
Este (2023) ha sido un año favorable en toda España, hay una serie de mercados que no se han abierto todavía en el área báltica. La zona de Asia está en desarrollo. El arco atlántico, nuestra zona, ha sido muy positivo, todos los puertos han tenido datos relevantes, lo que hay que trabajar es en conjunto. Falta promoción en conjunto para vender este arco atlántico. Las navieras nos conocen por considerarnos zona mediterránea, cuando nuestra zona es desde Burdeos a Portimao. Hay elementos que trabajando de forma conjunta podríamos salir beneficiados.
¿Qué la falta al puerto de Vigo para dar un paso adelante?
Se está haciendo un buen trabajo, hay detalles en la mejora de las instalaciones, donde ahora se extienden las conexiones eléctricas en tierra, el OPS. Los puertos que desarrollen esta infraestructura van a tener ventaja competitiva, vinculada a la sostenibilidad, la disminución de emisiones es fundamental de cara a las compañías navieras y la comercialización de futuro.
¿Tenemos en Vigo una buena terminal de cruceros, o hace falta ampliarse?
La terminal da un servicio muy bueno, y las navieras así lo ratifican en las encuestas de evaluación que realizamos. Es una de las terminales en Europa entre las cinco en ranking de calidad. Es muy positivo. Uno de los aspectos que nos falta es la conectividad aérea, condiciona en gran medida el desarrollo y da un incremento de valor añadido de los servicios que se pueden prestar en un puerto. Los grandes “hubs” están vinculados a los aeropuertos.
¿Hay entonces infraestructuras adecuadas?
Siempre hay que mejorar, pero partimos de unos medios de atraque adecuados, Vigo no tiene dificultad para albergar tres grandes cruceros simultáneamente, lo que no muchos puertos pueden decir, ni siquiera en el Mediterráneo, y menos en el centro de la ciudad. En ese sentido tenemos las superestructuras suficientes para que el tráfico se siga desarrollando.
¿Podríamos llegar a tener 300.000 cruceristas al año alguna vez, como A Coruña?
Sí, estoy convencido de que esa cifra llegará a Vigo. Para empezar, las temporadas antes eran de dos puntas, abril y mayo y septiembre y octubre, ahora se extienden a todo el año.
¿Y desde su perspectiva, qué cree que hizo el puerto de A Coruña para alcanzar esa cifra?
Son muchas variables. Los dos (Vigo y Coruña) son grandes puertos, pero hay otros factores como el consumo de combustible de los grandes barcos (tienen que ir a mayor velocidad para llegar a tiempo a Vigo desde Reino Unido, y eso supone más consumo y, por tanto, más gasto). Hay muchas variables que influyen.
¿El tráfico marítimo seguirá creciendo o estamos en el tope?
En tope nunca nos vamos a encontrar porque va a depender de los crecimientos de productos, al final (el comercio marítimo) en seguida marca la tendencia de la actividad económica. Cuando decae se ve reflejada de inmediato en los puertos, y al revés. Por tanto, debemos ser ambiciosos y creer que seguirá creciendo.
¿Qué tendría que hacer el puerto de Vigo que no ha hecho para crecer?
Eso es muy difícil de trasladar. Lo que tiene es que seguir mirando hacia dentro, cuál es su posicionamiento y cómo se debe fortalecer, y no tanto lo que hacen los demás del entorno, sino en todo caso, buscar mecanismos de colaboración porque creo que hay un destino fantástico, que es el Destino Atlántico, y hay que potenciarlo conjuntamente con los puertos vecinos.
