Pilar Muñoz: "Empezamos buscando dar de comer a 50 niños en Perú y a día de hoy son ya más de 1.200"

Pilar Muñoz en el set de Atlántico TV.
photo_camera Pilar Muñoz en el set de Atlántico TV.
"Atendemos principalmente comedores escolares, porque es una región que está cercada por los Andes occidentales, a mucha altura", asegura la directora de la ONG viguesa Aulas Abiertas

Pilar Muñoz dirige la ONG viguesa Aulas Abiertas que está consiguiendo cambiar la vida de familias en Cajamarca, una de las regiones más pobres de Perú a través de comedores escolares y becas de estudio.

 

 

¿Cómo es el trabajo que realizan en Perú? ¿Por qué en esta región?

Trabajamos en esta zona porque la ONG surge de un grupo de antiguas alumnas del colegio Amor de Dios que nos reuníamos de vez en cuando y un día decidimos hacer algo más para ayudar. Entonces, lo primero que hicimos fue preguntar a las mismas religiosas si ellas conocían algún sitio y nos hablaron de la zona de Cajamarca, que está al norte de Perú y es muy pobre. Al principio ellas nos orientaron hacia una escuela, pero la gente nos pidió apoyo para más, empezamos a tener ayudas y pudimos llegar más lejos.

¿Qué desafíos afrontan?

Atendemos principalmente comedores escolares, porque es una región que está cercada por los Andes occidentales, a mucha altura. La ciudad de Cajamarca está ya a casi 3.000 metros y de ahí hasta los 4.500 hay gente viviendo y escuelas. Es complicado, los niños caminan mucho para llegar a las aulas y al ser muy pobres, muchos van sin absolutamente nada. Cuando les preguntas si han desayunado dicen que sí, pero en muchos casos es solo una infusión de hoja de eucalipto. Eso no es alimento, si tienen que pasar en clase toda la mañana y regresar otras dos horas caminando sin haber comido es terrible. Ahí nació la idea de darles de comer.

¿Cuánta gente forma parte de la ONG?

Tenemos entre 500 y 600 socios en toda España y algunos fuera. Muchas veces vamos a parroquias donde explicamos el proyecto o ponemos un ‘stand’ en algún centro comercial para darnos a conocer. Tenemos socios en Andalucía, Valencia, Madrid, y fuera de España en Alemania o en Francia.

¿Cómo es la colaboración con Perú desde Vigo?

En Vigo somos siete personas las que lo llevamos, nos dedicamos prácticamente todo el día a ello porque si no no se sale adelante. En Perú nos ayuda en Lima una seglar y en Cajamarca nos ayudan tres religiosas del Amor de Dios y también un sacerdote en Celendín, dos seglares en Catán, y otra seglar en la zona de la Florida. Entre todos sacamos adelante el proyecto.

¿Qué objetivos cree que se han cumplido?

Estamos muy contentas, porque cuando empezamos pensábamos en dar de comer a 50 niños y actualmente son ya alrededor de 1.200. Es verdad que en algunos sitios tenemos comedor de mediodía y en otros tenemos un desayuno, porque económicamente no podemos afrontar el comedor, pero estos niños llegan sin haber comido nada y esto les permite afrontar la mañana con energía con un bocadillo, un vaso de leche, café, chocolate y si podemos una fruta. Afrontan el día de una forma diferente.

¿Alguna actuación que les gustaría llevar a cabo a mayores?

Nos han pedido también ayudar a otra escuela de Cajamarca, en un lugar que se llama Quengomayo, que está aproximadamente a 3.500 metros de altura. Ahí todo es difícil. Cuesta caminar para llegar, porque son cuestas, malos caminos. Queremos llegar a esos 150 niños. En este momento el objetivo que tenemos es antes de marzo de 2024, que es cuando empieza el curso de nuevo en Perú, conseguir otros 150 socios. Cada socio supone la comida de un niño al pagar 10 euros al mes. Estamos al límite de recursos. Para ayudar se pueden hacer donativos puntuales o socios llamando a nuestro teléfono (606189999).

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