Dos de cada tres concellos de la provincia tienen más jubilados que cotizantes

Vigo tiene más de 75.000 pensionistas y supera los 141.000 afiliados a la Seguridad Social.
photo_camera Vigo tiene más de 75.000 pensionistas y supera los 141.000 afiliados a la Seguridad Social.

Vigo tiene una ratio de 1,8 trabajadores para sostener a cada pensionista, deficitaria pero mejor que la media gallega

Vigo perpetúa el desequilibrio que padece entre pensionistas y cotizantes, una tendencia abocada a agravarse con la jubilación masiva que se producirá con la generación ‘baby boomer’ (personas nacidas entre los años 1957 y 1977). 

La ciudad gallega tiene 1,8 trabajadores en activo para sostener a cada jubilado, una ratio deficitaria, si bien es mejor que la media que registra la provincia de Pontevedra (una proporción de 1,4) y también está por encima de la de Galicia (1,3). Por su parte, la ratio del conjunto de España se sitúa en 2. 

Vigo finalizó 2023 con cerca de 141.500 afiliados a la Seguridad Social y tenía 75.154 pensionistas el pasado mes de octubre -último dato disponible-. De los más de 60 municipios que forman la provincia, un 60% cuenta con un mayor número de jubilados que cotizantes y varios de ellos están ubicados en el área viguesa, como por ejemplo Fornelos de Montes, donde el número de pensiones triplica al de trabajadores. Redondela, Pazos de Borbén, Soutomaior, Oia, Tomiño, Arbo, Crecente o As Neves son algunos de ellos hasta un total de 36 concellos -la mayoría de interior y zonas rurales- en los que hay mayoría de pensionistas. 

En el resto de provincias gallegas, la situación es incluso peor. A Coruña tiene una ratio de 1,4, igual que Pontevedra, y es crítica en Lugo, que sólo cuenta con un trabajador por jubilado, y mucho más en Ourense donde se invierte y hay más pensionistas que afiliados.  

Vigo tiene hoy casi 20.000 afiliados a la Seguridad Social más que hace una década, un crecimiento de un 13,4 por ciento, mientras que el número de pensionistas aumentó en casi un 30 por ciento. Si comparamos la situación actual con la de 2019, antes de la pandemia, los cotizantes aumentaron apenas un 1,5% y los jubilados un 17 por ciento. 

La ratio de dependencia, fundamental para garantizar estas prestaciones públicas, se situaba en 2013 en 2,1, la misma que había en 2019. En los últimos meses de 2023 bajó hasta 1,8, un nivel considerado deficitario.

La generación ‘baby boom’, a la puerta de una jubilación masiva

Las personas nacidas entre los años 1957 y 1977 ya empezaron a jubilarse, pero su retirada masiva del mercado laboral se producirá en los próximos años, lo que supone un aumento de la presión sobre el debilitado sistema público de pensiones en España. 

En Vigo son muchos los colectivos que sufrirán la pérdida de profesionales por jubilación. Las plantillas de los colegios e institutos de la ciudad se enfrentarán a una avalancha de bajas de profesores. Sólo en 2023 se retiraron 68 docentes de la pública y el 25% del total lo hará en menos de una década. En el área sanitaria viguesa, más de 180 trabajadores se jubilaron el año pasado e irá a más en los próximos años, por ejemplo en los centros de salud entre personal médico y de enfermería. 

El adiós de los ‘baby boomers’ del mercado laboral lo sufre también el ámbito empresarial, con sectores tan importantes para la economía como la industria, la pesca o la construcción, que urgen un relevo generacional para sostenerse. La Asociación de Constructores de Pontevedra (ACP) cifra en 600 los trabajadores que se necesitan en la provincia solo para reponer a los que se jubilan y en Galicia se están produciendo cada año una media de 1.700 jubilaciones. La industria metalúrgica también se enfrenta a cubrir miles de retiradas anuales y la pesca acusa un déficit de trabajadores que se ha visto agravado en los últimos años por el problema que tienen las empresas por la falta de relevo generacional.

Y la escasez de empleo cualificado se agrava

A la falta de relevo generacional se suma una escasez de trabajadores cualificados que alcanza a todos los sectores en Vigo, desde el metal, naval o automoción, a la pesca, el ámbito tecnológico, la construcción, hostelería o transporte, entre otros. 

Más del 60% de las empresas de la industria del metal necesita personal. Como mínimo, 1.500 personas de forma inmediata y otras 800 de forma permanente para poder afrontar la carga de trabajo, según cálculos de la patronal Asime. Hay escasez en todas las profesionales, desde la mano de obra en oficios tradicionales como albañilería, fontanería o calderería hasta las nuevas áreas vinculadas a la tecnología, la digitalización y la sostenibilidad. 

Reclutar profesionales de otros países es una fórmula que ya están empleando muchos sectores para atajar la falta de trabajadores cualificados. Organismos públicos y privados también están llevando a cabo promociones para captar emigrantes que quieran retornar.

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