Baloncesto | Liga femenina 1

Sara Vidal y 16 minutos de gloria

Sara Vidal sonríe en un calentamiento en Navia de esta temporada, la de su debut en Liga Femenina 1.
photo_camera Sara Vidal sonríe en un calentamiento en Navia de esta temporada, la de su debut en Liga Femenina 1.

La capitana del Celta Zorka Recalvi disfrutó el sábado en Gran Canaria de su primera titularidad y del partido con más minutaje -16:33- en la segunda victoria del equipo vigués: “Se sintieron como si fueran 30”

Pasaron un par de días, un vuelo de vuelta desde Gran Canaria y un entrenamiento, pero la sonrisa no se borra del rostro de Sara Vidal. Aún saborea la segunda victoria del curso para el Celta Zorka Recalvi. "Eso lo primero", se apresura a recalcar. Un triunfo especial para la nigranesa porque pudo ayudar activamente desde el cinco inicial y con 16 minutos y medio de juego. Su primera titularidad y su mayor minutaje del curso en este regreso celeste a la máxima categoría.

“Imaginábamos que el salto iba a ser grande, pero quizás no tanto”, reconoce con sinceridad. Por eso, en situaciones complicadas, las alegrías son más sabrosas. Más todavía para Sara. La capitana del Celta tiene solo 21 años pero ya sabe de sobra lo que es trabajar en silencio en la sombra mientras las luces enfocan a otras. No es anotadora, no reparte asistencias de fantasía ni tampoco acostumbra a protagonizar penetraciones espectaculares. Lo suyo es la agresividad defensiva y la ayuda multiusos. Como ocurrió en Gran Canaria. “Cris (Cantero) me pidió que defendiera en el 4 y ayudase en el rebote”, revela Vidal, 2 o 3 de formación. 

Ese momento, en el calentamiento, fue el que eligió la entrenadora cordobesa para comunicarle que iba a ser titular. “Sentir su apoyo fue muy importante”, reconoce. El caso es que Vidal venía de un mes casi en blanco. Sin participación en los últimos tres encuentros, solo había jugado 29 segundos en el anterior. Lógico, entonces, que surjan los nervios y las inseguridades. Desaparecieron rápidamente. “Me sentí muy bien. Y menos mal. Porque imagínate que encima que sales, la lías. Se me caería el mundo encima”, bromea Sara. “Veía que defendía bien, que repartía el balón, que encontraba ventajas… Gané confianza”, subraya.

Fueron 16 minutos, pero se sintieron como 30”, destaca con una sonrisa de oreja a oreja. “Espero seguir así”, desea la miñorana, que asume su rol en la plantilla. “Tengo solo 21 años y debuto en esta liga. Sabía que el minutaje iba a ser muy bajo. Pero desde el primer momento que me ofrecieron seguir, no lo dudé”, reafirma Vidal, consciente también de su papel. “El baloncesto es muy bonito cuando metes muchas canastas, pero lo más importante es la defensa”, reivindica Sara, deseosa de que caiga la primera victoria en Navia: “Ojalá sea este sábado y lo disfrutemos con nuestra gente”.“

Hacemos planes para las de fuera, como ir a ver las luces de Navidad"

Solo tiene 21 años y ya es la capitana -junto a Anne Senosiain- de un equipo de Liga Femenina 1. Sara Vidal suma una década en el Celta y asume su peso específico en el club sin ninguna queja por la responsabilidad. “Es todo un orgullo”, señala la nigranesa, que tiene en Laura Alonso “una referencia” de cómo desarrollar ese rol. “Es una excelente persona”, apostilla. 

Con todo, Sara reconoce que no siempre es una tarea fácil. “Hay jugadoras que me sacan 10 años. Celeste (Trahan-Davis) me saca 17. Podrían pensar ‘qué me está diciendo esta niñata’, pero nada de eso. Siempre súper bien”, explica. En ese sentido, la miñorana trata de ayudar a sus compañeras, sobre todo a las de fuera, con la vida cotidiana fuera de la pista. “Ya entrenamos mucho como para pasarnos el día metidas en casa", explica. “Siempre tratamos de hacer planes. Que visiten la ciudad, prueben la comida, conozcan gente… Ahora con la Navidad, por ejemplo, intentamos que vayan a ver las luces”, comenta.

“La primera vez que entré en Navia tenía 11 años. Veíamos entrenar a las mayores y después de jugar nos quedábamos a verlas y te preguntabas, 'joder, ¿alguna vez llegaré ahí?”, recuerda con un punto de emoción. “Las veía tan buenas que me parecía imposible. Y ahora mira. Pasé por todas las categorías y aquí estoy. Es una recompensa a tantos años de trabajo y esfuerzo”, reflexiona Sara Vidal. Solo 21 años, pero toda una capitana. 

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