El Celta jugó un gran partido anoche en San Mamés, pero volvió a perder ante un Athletic que aprovechó los clásicos errores puntuales de los celestes y su mayor poderío físico para llevarse los tres puntos. El equipo vigués marcó tres goles y, aun así, mostró una falta de efectividad que le impidió sacar un resultado mejor. Un penalti en el descuento selló la derrota.
Nuevo doble pivote
Rafa Benítez advirtió en la previa de que era necesario “no romper mucho” para intentar encontrar cuanto antes un modelo de juego que funcione y el técnico celeste introdujo ayer sólo dos cambios en el once respecto al choque anterior, contra el Sevilla, y uno de ellos obligado. El sancionado Tapia dejó su puesto a Fran Beltrán, mientras que Carlos Dotor sustituyó al canterano Hugo Sotelo para situarse al lado del madrileño.
En bloque medio
El Celta sorprendió al Athletic de inicio al colocar la defensa en un bloque medio que cortocircuitó el juego interior de los rojiblancos, que no conseguían enlazar con los hermanos Williams en las bandas ni con Guruzeta. De esta manera, los celestes recuperaron balones con asiduidad y lanzaron rápidos contragolpes que generaron peligro en la portería de Unai Simón.
Falta de efectividad
Aunque marcó tres goles, el equipo vigués volvió a mostrar falta de pegada y erró un buen número de ocasiones claras de gol, incluido un penalti que Unai Simón detuvo a lanzamiento de Iago Aspas. El Celta se puso por delante en dos ocasiones, pero tuvo la oportunidad de abrir hueco y no lo hizo. Por ahí, empezó a perder el partido.
El efecto Nico Williams
El menor de los hermanos Williams se convirtió en una pesadilla para el Celta, primero por la banda izquierda del ataque bilbaíno y, en el tramo final, también por la derecha. Kevin Vázquez, demasiado solo cuando Mingueza no llegaba a las ayudas, sufrió especialmente a un jugador que participó en los primeros goles del Athletic.
Diferencia física
El conjunto celeste dio un bajón en la segunda parte, en buena parte por el agotamiento de sus centrocampistas tras una primera mitad que se disputó a velocidad de vértigo. Benítez intervino retirando a Beltrán para meter en su lugar a Luca de la Torre y, en el tramo final, Cervi dio descanso a Bamba.
El mal fario
El Celta se encuentra en un momento en el que todo lo que puede salirle mal, le sale mal. A base de coraje y destellos de calidad, consiguió empatar tras la remontada del Athletic y dispuso de un penalti para ponerse por delante de nuevo, pero Iago Aspas, el mejor del encuentro, no acertó desde los once metros. Y en el último minuto del descuento, un penalti extraño dio le victoria al equipo vasco.
