Decía Luis Aragonés que las temporadas se deciden las diez últimas jornadas. Todo lo anterior debe llevarte a estar en el lugar adecuado en el momento justo como para pelear por el objetivo que te marques. El Celta siente que el peligro del descenso ya quedó atrás y, por lo tanto, se marca como exigencia en la recta final de temporada pelear por alcanzar una plaza europea. Es decir, no es un objetivo declarado pero, visto el rendimiento del equipo en los últimos tiempos, sí se apuesta hasta al final por un logro que adornaría el centenario que ya se celebra.
Para dar sentido a esta posibilidad, se antoja clave el partido del lunes ante el Mallorca. Como mensaje de ambición después de dos empates. Una victoria ante el conjunto isleño significaría subir una o dos posiciones en la tabla, dado que los dos predecesores, Osasuna y Rayo, se enfrentan entre ellos hoy mismo. Además, propiciaría distanciar a uno de los rivales que acechan por abajo.
Desde la décima posición, en Príncipe se estima que alcanzar la séptima no es un sueño irrealizable en absoluto. Además, no se descarta que la octava posición acabe dando premio si, como se apunta, el Barcelona acaba siendo sancionado por la UEFA debido al caso Negreira y lo excluye de sus competiciones. Si es así, existe el convencimiento generalizado entre los clubes de que ese octavo tendría la posibilidad de disputar la Liga Conferencia.
En el próximo mes se apelotonan seis partidos que marcarán si esa ambición europeísta tiene una base real o no. La idea es alcanzar el duelo contra el Athletic Club, el penúltimo fuera de casa, teniendo en juego uno de esos puestos de honor continental. Si es así, el retorno a Europa más de un lustro después estaría en la mano.
Sea como sea, desde el club se quiere evitar por todos los medios que en la plantilla cunda el mensaje de que el objetivo ya está cumplido. Por eso, se tira de esta consigna. Los números al equipo desde la llegada de Carlos Carvalhal y, más concretamente, en esta segunda vuelta dan razones para creer.
Carles Pérez: “Sabemos que podemos conseguir algo bonito”
Carles Pérez recibió ayer el premio al mejor jugador del Celta el pasado mes de marzo, el primero de esta índole que recibe desde su llegada al club vigués el pasado verano. El extremo aprovechó la ocasión para recalcar que el vestuario sigue siendo ambicioso. “Tenemos muchas ganas de ir más arriba en la tabla, siempre sabiendo de dónde venimos y cómo hemos ganado estos últimos partidos. En el equipo sabemos que estamos en la recta final y que podemos conseguir algo bonito”, apuntó.
En todo caso, el jugador cedido por la Roma destacó la importancia de encadenar siete jornadas sin perder para escapar de la zona de descenso, pero eludió marcarse un objetivo a largo plazo porque “como nos dice el míster, lo mejor es ir partido a partido”.
En el aspecto personal, Carles Pérez puso de relieve lo bien que se encuentra dentro del equipo desde el cambio de sistema. "Vengo meses haciéndolo bien y, por suerte, este mes entraron dos goles y he sumado otras dos asistencias. Estoy muy contento, llevo unos meses buenos y quiero continuar a este nivel”, declaró.
El jugador está cedido por la Roma, con una cláusula de compra alta (10 millones). Estos días se juega su futuro.
