San Rafael creará una escuela infantil de atención temprana

Se trata de un centro pionero en Galicia que cubriría al mismo tiempo las necesidades asistenciales y las educativas de niños con discapacidad intelectual para favorecer su integración

Begoña Abeijón y Ángeles Rouco recorrieron las instalaciones.
Begoña Abeijón y Ángeles Rouco recorrieron las instalaciones.

El Hogar y Clínica San Rafael plantea una iniciativa pionera en Galicia, que consiste en la creación de una Escuela Infantil de Intervención Temprana para niños de 0 a 3 años. Se trata de un centro que cubriría al mismo tiempo las necesidades asistenciales y las educativas de niños y niñas con discapacidad intelectual, con el objetivo final de favorecer su integración en el entorno familiar, escolar y comunitario. En toda España solo existe una escuela similar en Las Palmas, impulsada hace más de dos décadas por la Orden de los Hermanos de San Juan de Dios.

Los responsables de la institución viguesa presentaron ayer este proyecto a la directora xeral de Persoas con Discapacidade, Begoña Abeijón, y a la jefa territorial de Política Social e Igualdad, Ángeles Rouco.

El director gerente de San Rafael, Raúl Torres, explicó que detectaron esta demanda hablando con los propios profesionales del centro, tanto con los que se ocupan de la atención temprana y la rehabilitación de la clínica como con los que trabajan en su colegio de educación especial. “Vemos que hay muchos niños y niñas que terminan ingresando en el colegio de educación especial o que vienen derivados a la atención temprana con los que se podrían obtener mejores resultados si hubiesen venido antes para abordar las alternaciones o los trastornos en el desarrollo que presentan”, explica.

De esta reflexión nació el proyecto de crear una escuela que permitiría potenciar la intensidad del tratamiento a estos niños con discapacidad intelectual. Las actuales clínicas de atención temprana llevan a cabo las pautas de tratamiento de logopedia, psicomotricidad, estimulación precoz o fisioterapia en sesiones de media hora una o dos veces por semana. Con la escuela infantil que plantea San Rafael se trataría de aprovechar el tiempo que estos niños pasan en las escuelas infantiles para hacer una intervención más intensiva, en la que además de las actividades educativas y las lúdicas que se organicen, se podría trabajar con ellos dos o tres horas al día en tareas de rehabilitación y estimulación y lo haría el propio equipo especializado de la clínica.

Otra de las ventajas que destaca es que facilitaría la conciliación familiar porque los niños recibirían la atención educativa y asistencial en horario de mañana y no tendrían que volver por la tarde a la clínica.

Raúl Torres subraya que el objetivo final es que los niños se integren en las mejores condiciones en el sistema educativo ordinario. “Sabemos por nuestros compañeros de Las Palmas que muchos lo consiguen, tienen buenos resultados”, indica. Actualmente, hay alumnos que han estado durante años en el sistema educativo general pero no han tenido el desarrollo adecuado y no son capaces de seguir, por lo que optan por pasar al colegio de educación especial. En algunos de estos casos, una adecuada atención temprana podría evitarlo.

Por otro lado, las autoridades que acudieron ayer a San Rafael aprovecharon también para visitar el nuevo centro de día en el que se atiende a personas usuarias con mayores necesidades de apoyo y asistenciales.

La sede estaría en San Rafael y habría 40 plazas

San Rafael tiene espacio para la nueva escuela en sus instalaciones de Bouzas. Se ubicaría en concreto en la planta baja del edificio en el que están la clínica y el colegio. Actualmente es una zona de despachos de logopedia y otros servicios. Un arquitecto ya diseñó la nueva infraestrucura, en la que se construirían tres aulas con un total de 40 plazas. “La idea es prestar un servicio en el que los niños no tendrían que estar todo el curso. Serían alumnos en los que se detecta un trastorno en el desarrollo, los derivas aquí y podrían estar dos o tres meses con el objetivo final de que se vuelvan a integrar en el colegio ordinario. Es como una escuela puente. Son 40 plazas, pero pueden rotar del orden de cien niños a lo largo del curso”. San Rafael llevaría a cabo las obras pero a partir de ahí solicitará la posibilidad de concertar plazas con la Administración para que resulte más asequible a las familias. La idea es que pueda funcionar a finales de año.

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