Raquel Fernández: “Si rascas debajo de un diagnóstico de TDAH, ves a un niño inteligente y con una gran empatía”

Entrevista

"Estoy muy informada sobre el TDAH porque durante dos años tuve que buscar información para escribir el libro, aunque no soy ninguna experta ni mucho menos”

La escritora premiada, Raquel Fernández.
La escritora premiada, Raquel Fernández.

Raquel Fernández (Nigrán, 1972) ofreció estos días una charla en Anhida, la asociación viguesa de pacientes con hiperactividad y déficit de atención, por su doble condición de madre de un niño con este diagnóstico y por su reciente novela I'm Obélix. “Soy una de esas madres que va la asociación con su hijo para que nos ayuden a llevar el tema, les estoy muy agradecida. Estoy muy informada sobre el TDAH porque durante dos años tuve que buscar información para escribir el libro, aunque no soy ninguna experta ni mucho menos”. Raquel ejerce como chef en un restaurante de su propiedad en Val Miñor y al mismo tiempo es una escritora de éxito, con más de quince premios literarios por su obra. En junio de este año recibió el Premio Jules Verne de literatura juvenil por este libro que protagoniza un niño con este trastorno.

¿Por qué eligió el título de I’m Obélix?

Es un libro para adolescentes y quise hacer un homenaje a mi propia adolescencia. Soy fan de los cómics de Astérix y Obélix, y me venía muy bien el personaje de Obélix para retratar a una persona diferente, porque el protagonista, Isma, además de tener TDAH, tiene algún kilo de más. Usé a este personaje que tanto quiero para retratar a este rapaz. Además, a Isma le ponen el apodo de Obélix. En un caso de acoso lo primero que hacen es despersonalizar a la persona y le ponen un nombre de manera despectiva.

¿Qué le motivó a escribir una novela sobre esta temática?

Lo primero que hice cuando diagnosticaron a mi hijo fue empezar a aprender sobre este trastorno por conocerle mejor. Encontré que hay tanto desconocimiento sobre lo que es y me pareció terrible porque un 8% de la población tiene este diagnóstico, es una cantidad de gente muy grande para que haya este desconocimiento. Y vi otro dato en mi investigación, si uno de cada diez niños sufren acoso, en los niños con TDAH ese porcentaje se triplica, son 3 de cada diez. Me pareció todavía más terrible. Decidí escribir una historia que visibilizara el TDAH y al mismo tiempo que visibilizase los problemas que sufren por ser diferentes.

¿Qué supuso recibir el Premio Jules Verne de literatura juvenil?

Los premios Xeráis son de los más importantes del año en Galicia, le da una proyección a la novela que es un regalo.

¿Qué síntomas le hicieron pensar que su hijo tenía ese diagnóstico?

Es algo que venía venir hacía tiempo, pero tengo que reconocer que no conocía lo que era el TDAH. Yo veía que tenía un niño movido, un niño al que a veces le costaba controlar sus impulsos, que le costaba seguir las lecciones tanto en casa como en el colegio que exigieran mucha concentración, sabía que tenía un niño diferente. Empiezas a ir al instituto y a hablar con los orientadores para ver que puedes hacer hasta que al final consigues que alguien te haga las pruebas necesarias para conseguir el diagnóstico.

¿Una vez que tienes el diagnóstico cómo es la respuesta?

Faltan muchas respuestas. La sociedad no está lo suficientemente concienciada y los institutos no están lo suficientemente preparados, tienes que luchar muchas veces para que se sigan los protocolos. La unidad de salud mental del Sergas, que es la que hace el seguimiento sobre todo en los niños que tienen medicación, no hace el seguimiento que precisarías, más personalizado, porque están saturados.

¿Tuvo mucho feedback a raíz de la novela?

Cogí cosas de mi hijo que entregué en la novela, pero el personaje es una amalgama de niños que yo conocí en la asociación y en mi entorno. La novela recoge muchos testimonios que llevo escuchando en estos dos años. A raíz de la novela mucha gente me dice que a su hijo le pasó igual o que hay cosas muy parecidas a su experiencia. La gente se ve reflejada en la novela.

¿Cómo debemos relacionarnos con un niño con TDAH?

Un niño con trastorno de déficit de atención e hiperactividad no es más que un niño que funciona de manera distinta. Los tildan a menudo de parvos, de vagos, de maleducados, y son simplemente niños que hay que entender. Si rascas debajo de un diagnóstico de TDAH y obvias ciertas cosas que sabes que son propias de esta condición encuentras por lo general un niño superinteligente, un niño que si recibe la atención adecuada va a destacar en lo que emprenda, en lo que le gusta y le interesa. Suelen ser niños que tienen una empatía exagerada porque como ellos han sufrido mucho a lo largo de los años y han escuchado que hacen mal las cosas, entonces tienen esa empatía superdesarrollada hacia los demás, son niños que son un regalo conocer. Queda mucho por parte de la Administración, de la sociedad y del entorno niños por aprender para incluirlos como gente válida y perfectamente capaz de cualquier cosa.

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